lunes, 20 de diciembre de 2010
Sólo un día (por Antonio Porpetta)
Un día. Sólo un día. Casi nada.
Un montón ordenado de minutos,
un simple recorrido
por la redonda senda
estelada de números y dudas.
Una pizca en el torrente
voraz del universo.
Una huella en la niebla,
un humo que se marcha,
un vuelo ya olvidado
de aquel insecto mínimo
cuyo nombre jamás preguntaremos.
Y sin embargo, siempre, nuestra vida,
acaba siendo un día, sólo un día,
un día irrepetible ocupando su centro
y una serie de años sin sentido
sirviendo de ropaje a su memoria.
Es aquel claro día
en el que amanecemos al asombro,
porque todo es verdad a nuestro paso,
y sin ira miramos el espejo,
y por primera vez nos descubrimos
como queremos ser:
indemnes,
plenos,
limpios,
libres,
nuestros.
Un montón ordenado de minutos,
un simple recorrido
por la redonda senda
estelada de números y dudas.
Una pizca en el torrente
voraz del universo.
Una huella en la niebla,
un humo que se marcha,
un vuelo ya olvidado
de aquel insecto mínimo
cuyo nombre jamás preguntaremos.
Y sin embargo, siempre, nuestra vida,
acaba siendo un día, sólo un día,
un día irrepetible ocupando su centro
y una serie de años sin sentido
sirviendo de ropaje a su memoria.
Es aquel claro día
en el que amanecemos al asombro,
porque todo es verdad a nuestro paso,
y sin ira miramos el espejo,
y por primera vez nos descubrimos
como queremos ser:
indemnes,
plenos,
limpios,
libres,
nuestros.
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21 comentarios:
Os pido disculpas anticipadas porque sé que no es este lugar para dar rienda suelta a ciertos pensamientos (o sí), pero he oído en la Red el llanto de un hombre maduro en paro, porque ya no iba a contar con los míseros cuatrocientos y pico euros que nuestro progresista Gobierno acaba de negar a las víctimas más débiles de la inmundicia que vivimos.
No será esto poesía, pero para qué coño vale la poesía si no cantara esta tragedia.
Allá por el mes de mayo, escribía yo a un amigo:
"Empieza a madurar el absceso en estos tiestos. Apenas un rubor en el capullo hermético hasta ahora. Falta un trecho para la eclosión de los primeros claveles reventones, como esos que tachonan los ágoras de Grecia. Quizá vaya para largo.
Entretanto, nos queda la palabra.
Hay Juanelos venales que se afanan en artilugios que suban el agua a la ciudadela numantina de los necios; carcomida y asediada, resiste a las catapultas de los justos (¿Pero hubo alguna vez once mil justos?) y empiezan a verse las primeras grietas en el Muro de la Vergüenza.
Tenemos la palabra, que anhela la cercanía de otras palabras, conciencia hecha palabra, palabra hecha piedra.
Pero me temo que -por ahora- sólo nos queda la palabra.
A esperar que la modorra se diluya, que se disipe la niebla del marasmo que viene del pantano, que la anquilosis de la inercia no maltrate demasiado las cinturas. Se van a quebrar muchas cinturas...
Por lo menos, nos queda la palabra."
Salud.
Hola, F. Todo lo que está pasando es tremendo. Yo tengo una sensación de derrumbe y caos.
Una no entiende que se suprima esa ayuda social básica mientras se presume de inaugurar AVEs para ejecutivos.
Pero tampoco se entiende el chantaje de los controladores aéreos, ni la ausencia de una Ley de Huelga en España (esto es criticable a todos los gobiernos: la actual oposición estuvo ocho años gobernando, de ellos cuatro con mayoría absoluta, y tampoco aprobó una Ley de Huelga).
Tampoco se entiende el cainismo político entre ambos partidos mayoritarios (salvo que sea para llegar al poder y dedicarse al latrocinio: piénsese en Roldán, piénsese en Gürtel...).
Los gobiernos que ha habido parecen rehenes: de los nacionalismos egoístas y centrífugos; de los sindicatos que sólo piensan en sus cuadros y prerrogativas; de las autonomías que derrochan en fastos, consejerías, publicidad institucional y coches oficiales...
A veces pienso que lo mejor sería que nos interviniera Europa ya de una vez, como ha pasado con Grecia e Irlanda, para que dejemos de hacer tonterías de una vez por todas.
De verdad que una no entiende nada.
¿Y eso de que cada C.A. tenga su propia tele-manipulación a cargo de los impuestos?¿Cuánto dinero nos cuesta Canal Sur, Telemadrid, Canal Nou...: canales que nada aportan salvo telebasura y manipulación al servicio del gobierno de turno?
Derrumbe y caos de un Sistema que tiene las fechas contadas.
Las viejas carcasas corruptas de los partidos mayoritarios han de ser laminadas por doña Realidad: la que desvela como inservibles unos entramados de poder y privilegio que sólo atienden a intereses particulares.
Se ha puesto de manifiesto que vivimos una ficción de democracia; estamos sometidos a la tiranía de los mercaderes... Y eso no va a ser tolerado por los pueblos, más preparados y conscientes de su poder que nunca.
El asqueroso comportamiento de los controladores, pese a su mezquindad, ha servido para poner de manifiesto que los verdaderos "controladores" de la Economía y del "funcionamiento" de la sociedad PUEDEN ser los ciudadanos; sólo hace falta que tomen conciencia de su poder. De poco sirven los viejos jerarcas de las sectas religiosas o los potrosos carcamales que presiden consejos de administración: sin trabajadores (que somos TODOS los
demás, no se olvide)no hay economía, ni progreso, ni riqueza.
Estoy seguro de que estamos en vísperas de conmociones sociales (a nivel europeo) de gran calado. Sólo un cegato puede creer que las cosas van a volver a discurrir por la cloaca.
Y la actual coyuntura histórica si para algo sirve es para desenmascarar a los falsarios, a los falsos profetas de la progresía, a los depredadores sin escrúpulos, a los vendedores de humo.
He dicho (¡Glub!)
Por supuesto, Anónimo, llevas razón. Las TVs autonómicas son antros de sectarismo. Lo fue también TVE bajo el aznarismo, llegando a ser condenada por manipulación según sentencia de la Audiencia Nacional (tiempos de González Ferrari y Urdaci). Hoy TVE es bastante más plural, pero las teles autonómicas dan vergüenza, tanto las del PP como las del PSOE. Yo deseo su desaparición, pues además no aportan nada nuevo que no nos den las teles privadas (que al menos son gratis para el contribuyente). Esperemos que, si la Derecha vuelve al poder, TVE no sea nuevamente un cuchitril de intoxicación informativa y tergiversación.
F., lo que dices es verdad. Es importante que la sociedad, o más bien la humanidad, tome el control de la vida y del poder. En realidad es nuestra única esperanza, el asidero para la supervivencia del género humano. A mí por eso me encanta el fenómeno de Wikileaks, para que el poder no pueda esconder secretos inconfesables, ya que la oscuridad es el sitio favorito de las ratas y las cucarachas.
Pese a tanta miseria, Emilia, siempre nos quedará la belleza...
Claro, Anónimo, la poesía es un refugio, un oasis, un asidero frente a toda esa mediocridad ambiental y circundante. Tal vez el coloquio que hemos mantenido sería más adecuado seguirlo en otro foro, para no empañar lo sublime de la voz (o ultravoz) poética. Un saludo.
Tu nombre se está borrando
de la proa de mi barca.
Ojalá la mar pudiera
borrármelo a mí del alma.
Un libro es una conversación. La conversación es un arte, un arte educado, y las conversaciones bien educadas evitan los monólogos muy largos, y por eso las novelas vienen a ser abusos del trato con los demás.
(MONTERROSO)
A la mar fui por naranjas,
cosa que la mar no tiene.
Nadie me supo explicar
si las olas van o vienen.
Saludos a todos desde Katmandú, Cide ("sidi" pa los cultos).
Y besos.
Coño, F. ¿Te has ido a Nepal? Ten cuidao a ver si te vas a caer del Everest, que son 8.848 metros... No se te olvide abrir el paracaídas. ¡¡¡Y yo que creía que a lo más que llegabas era al Naranjo de Bulnes, allí en tu asturiana tierra...!!! Bueno, ya nos contarás.
Cuando yo tenía dinero,
me llamaban don Tomás;
Y ahora que ya no lo tengo,
me llaman Tomás no más.
Repare vuesa merced, mi señor don Cide Amete, en dónde vino a para el dado: al lejano año de dos mil diez, cuando llevaba la caña del timón de aqueste esquife anaranjado la sin par Emilia Alarcón, ahora en tierra de tudescos.
Frecuentaba entonces el limonar -por las primeras veces- este juglar que vengo a ser, tras un casual evento que dio conmigo en tan ameno y recoleto huerto. Y entre el dulzor de alguna escasa naranjada epistolar y las más usuales y ácidas limonadas del sarcasmo, ocasiones hubo para el regocijo y aun para la cólera contenida de algún incauto que osó tomarse a pecho algunos epigramas de mi pluma salidos. Recuerdo cuando dije a vuesa merced el origen de sus dos apellidos, tan ligados a la suerte de sayones franceses y lusitanos, cosa que encajó con flema admirable, si bien se le escaparon algunas comprensibles imprecaciones de menor tono, dado el natural disgusto y el no menor estupor ante tales nuevas desgraciadas.
Veo que -en estos años- los limoneros y los por entonces desmedrados naranjales han adquirido porte y que los cítricos frutos despuntan entre las acharoladas hojas y los pespuntes de las flores de azahar, crecidos en ese humus que los vates eternos y los de más corto recorrido vienen fertilizando desde aquel glorioso año de dos mil nueve.
Vale.
Un placer contar con tan ilustre visitante y glosador, don Alonso. Besos y versos.
Amigos, quedome en el tintero la H de Hamete. Mas no me avergüenza el yerro, acostumbrado como estoy a ver que escribanos y amanuenses de este siglo mío tienen por poco la ortografía y la propiedad de los nombre y apellidos, no siendo raro ver cómo se transmutan los Patrick britanos en Periquines de andar por casa, los célticos Fitzgerald en Figueras y aun mi apellido de Alonso con zeta y no con ce.
Sigue valiendo.
Repare, mi señor don Alonso, en que con V se escribe "móVil" y con B "mueBle", cuando ambos vocablos proceden etimológicamente de "mover". La ortografía es asaz caprichosa y, si así nos es permitido decirlo, PEJIGUERA.
Siendo ello atinado, lo cierto es que por la ortografía deducen los tribunales cual es el caletre de los examinandos, y cual el aprovechamiento de los bachilleres y de los escribanos, por lo mismo que se induce de la indumentaria o del estado de las manos, quién es hijodalgo ocioso o menestral o campesino esforzado.
Por ejemplo, la falta de tilde de algunos "cuál" en el escrito anterior, pudieran bastar para que don Alonso no obtuviese el puesto de archivero de la vecina de casa Complutense.
A veces las faltas de ortografía son por exceso de cultura. Un catalán tiende a escribir "i" en vez de "y" en la conjunción copulativa. Y aprender italiano hace que se confunda tu memoria fotográfica de la ortografía española (haber con v y sin hache -avere- o lavorare -trabajar- que puede hacerte escribir "día lavorable" si lees mucho en italiano).Etc
Efectivamente; quedé sorprendido la primera vez que leí en Portugal un rótulo con "livraria": se ve que allí no va siempre la be antes de consonante.
José Luis García Martín es un tenaz sostenedor de la poca importancia de la ortografía, por ser algo convencional. Si embargo, ante dislates gordos no puede uno por menos que considerar al infractor como persona a quien no le encomendaría la educación de sus hijos. Me molesta casi más la ignorancia de la etimología que lleva a la usos impropios de las palabras, incluso entre gente que aparenta (o incluso que tiene) cultura. Es el caso de la palabra "saga", cuyo uso se ha generalizado para referirse a dinastía, estirpe, familia. Y todo porque hace bastantes años TVE emitió un serial de la BBC, "La saga de los Forsyte", basada en la novela homónima de John Galsworthy, y que cuenta la historia de una familia inglesa a lo largo de varias generaciones. No me he molestado en comprobar si la RAE la ha incorporado con esa acepción basada en un error de bulto, pero no me extrañaría que lo hubiese hecho.
Saludos, colega.
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