jueves, 28 de junio de 2012
Una sola fiesta (por Eugen Dorcescu)
Vislumbro
una sola
fiesta
existencial, se dice
a
sí mismo el viejo,
saliendo
de la pesadilla
nocturna
y
entrando,
vacilante, taciturno, a
la
pesadilla que precisamente
empieza,
una
sola fiesta, solamente
una,
ubicada
al
final de este periplo,
más
tajante que cualquier tortura,
una
sola fiesta, un
canto
que une cuerpo,
alma
y cosmos, un
himno
dirigido
a la solidaridad astral,
a
la liberación, al dolor, a la luz,
una
fiesta que se inicia en
ti
y acaba en
ti,
en
ti, ser trágico y desgraciado,
pero
una fiesta después de la cual
sigues
dividido:
en
el aire –llama-,
y
abajo, sobre la tierra –ceniza-.
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5 comentarios:
Bueno, en cierto modo también puede ser una celebración, una fiesta de liberación: por fin libre de esta rémora carnal, por fin redimido de la prisión somática.
Todo vuelve al origen único y aleatorio
Chao
El que se tenga por grande
que se vaya al cementerio
y verá lo que es el mundo
en un palmo de terreno.
Bombas y lluvia.
En los campos de guerra
crece un narciso.
(LUELIR)
Vendrá el cometa
de nuevo en 3011.
¿Y qué habrá aquí?
(RAFAEL BALDAYA)
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