viernes, 13 de septiembre de 2013
De otra parte (por Rosario Castellanos)
Miro las herramientas,
el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,
sudan, paren, cohabitan.
El cuerpo de los hombres prensado por los días,
su noche de ronquido y de zarpazo
y las encrucijadas en que se reconocen.
Hay ceguera y el hambre los alumbra
y la necesidad, más dura que metales.
Sin orgullo (¿qué es el orgullo? ¿Una vértebra
que todavía la especie no produce?)
los hombres roban, mienten,
como animal de presa olfatean, devoran
y disputan a otro la carroña.
Y cuando bailan, cuando se deslizan
o cuando burlan una ley o cuando
se envilecen, sonríen,
entornan levemente los párpados, contemplan
el vacío que se abre en sus entrañas
y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.
Yo soy de alguna orilla, de otra parte,
soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,
gente a quien compartir es imposible.
No te acerques a mí, hombre que haces el mundo,
déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
de algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender.
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4 comentarios:
En mi casa me dicen
que no te quiera,
y cuanto más lo dicen
más te recuerdan.
Fruta prohibida, fruta mordida.
Sierra que sierra,
frenéticas cigarras,
remordimientos...
(JOSÉ LUIS PARRA)
Es tan nada,
esa
que nunca estuvo
en vos.
Es tan pequeña
llorando
arrodillada
de espaldas a si misma.
Una foto,
un dibujo,
un espejo
implacable
que le recuerda
que aún se puede morir más.
(Alejandra Morales)
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