Vi crecer un roble en Louisiana,
se erguía solo y el musgo colgaba de las ramas,
crecía allí sin compañero, desplegaba hojas alegres de un verde oscuro,
y su aspecto, rudo, sólido, vigoroso, me hizo pensar en mí,
pero me pregunté cómo podría desplegar hojas alegres parado allí solo,
sin su amigo o amante cerca, porque sabía que yo no podría,
y rompí una ramita con algunas hojas y envolví en ellas un poco de musgo,
y me la llevé y la puse a la vista en mi habitación.
No necesito que me recuerde a mis amigos queridos
(creo que últimamente no pienso en otra cosa),
pero persiste ante mí como una señal curiosa, me hace pensar en el amor viril;
con todo, y aunque el roble brilla allí en Louisiana solitario en un amplio espacio abierto,
y despliega hojas alegres toda su vida sin su amigo o amante cerca,
sé muy bien que yo no podría.
4 comentarios:
Son en Segovia
todos mortales salvo
el acueducto.
(RAPHAEL BALDAYA)
Mueve la prineta,
mueve el abanico.
La Virgen gitana
en vez de una nana
canta un villancico.
Peineta, no "prineta".
Seguirá aquí
cuando ya no haya nadie
el Himalaya.
(RAFAEL BALDAYA)
Publicar un comentario