Una hoja, una de las últimas, se soltó de una rama de arce,
gira en el claro aire de octubre, cae
sobre una pila de otras hojas, se vuelve oscura y quieta. Nadie
admiró su entusiasta batalla con el viento,
nadie siguió su vuelo, nadie la distinguirá ahora
yaciendo entre otras hojas, nadie había visto
lo que yo vi, nadie. Estoy
solo.
5 comentarios:
La inmensísima mayoría de las cosas grandes y pequeñas del mundo pasan sin que nadie las vea pasar.
Qué solos los columpios de mi infancia.
(VÉLEZ)
La oportunidad tiende a presentarse en el momento más inoportuno.
Más largamente
al Norte por el Sur
también se va.
(RAPHAEL BALDAYA)
Envejecían sus manos y no sus sortijas.
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