mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora
[como un día de mayo dulcísimo de otoño]
y lo que es más aún todo mi olvido
[para que lo deshagas y dures en la noche,
en la tormenta, en la desgracia]
y más aún te di mi muerte
veré subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y aún no puedo abarcarte,
sigue creciendo como un fuego,
y me destruyes me construyes eres oscura como la luz.
7 comentarios:
La nada no requiere explicaciones. Todo lo demás sí.
(LEIBNIZ)
Los que dimiten de la vida tal vez sólo dimiten de esta clase de vida.
Hay más pérdidas que encuentros.
Hay más heridas que vendas.
Hay más dolor que consuelo.
Cide, me parece que estás haciendo la crónica del Sporting de Gijón.
O del Atlético de Madrid.
Yo destorturo.
Tú desarrojas bombas.
Él desmasacra.
(CUQUI COVALEDA)
Estar delante de un milagro y no verlo, eso pasa a diario.
(MONTIEL)
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