un poquito en la calle y un poquito en los libros,
tener
al menos un amor que haya cambiado el mundo y un puñado de amores menos eternos
que formen entre todos el país donde se quiere vivir
por lo demás,
ser
una casa con ventanas abiertas,
viento y sol, una cama con alguien,
proyectos,
el pasado presente, el futuro olvidado,
un par de carencias,
la mar,
la salud que no falte,
la risa siempre a punto,
gozar
de los amigos en cuya presencia
nada ha fallado nunca.
No pedir más.
1 comentario:
La felicidad camina de puntillas. La desgracia va dando taconazos.
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