lunes, 18 de junio de 2012
Con deseos ebrios (por Alejandra Pizarnik)
Tú que cantas todas mis muertes.
Tú que cantas lo que no confías
al sueño del tiempo,
descríbeme la casa del vacío
háblame de esas palabras vestidas de féretros
que habitan mi inocencia.
Con todas mis muertes
yo me entrego a mi muerte,
con puñados de infancia,
con deseos ebrios
que no anduvieron bajo el sol,
y no hay una palabra madrugadora
que le dé la razón a la muerte,
y no hay un dios donde morir sin muecas.
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7 comentarios:
Morimos muchas veces, morimos a muchas cosas a lo largo de la vida. A lo largo de la vida pequeñas muertes, pequeñas excursiones a la casa del vacío. A lo largo de la vida muchas semimuertes, micromuertes, muertecillas.
Un problema bien planteado es un problema medio resuelto.
(ORTEGA)
Después de verme robado, compré un candado.
Acepta las contrariedades,
sé amable con lo inoportuno.
Sonríele al azar
y él te sonreirá.
(NIETZSCHE)
Guerras, más guerras.
Todas las que ya ha habido…
y las que habrá.
(CUQUI COVALEDA)
Somos como nos comportamos con los inferiores a nosotros.
Cuando quise, no quisiste.
Ahora que quieres, no quiero.
Llora tú tu soledad,
que yo la lloré primero.
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