La niebla se levantó pronto, trabajé en el jardín.
Los colibrís se demoraban sobre las madreselvas.
No había ninguna cosa en la tierra que yo deseara poseer.
Sabía que no merecía la pena envidiar a nadie.
Cualquier mal que hubiera sufrido, lo olvidé.
Pensar que una vez fui el mismo hombre no me molestaba.
En el cuerpo no sentía ningún dolor.
Cuando me alcé, vi el mar azul y las velas.
7 comentarios:
Dicen que felicidad es ausencia de dolor, ausencia de miedo y ausencia de odio. No sé si es bueno o malo que la felicidad tenga que concebirse en negativo, o sea, no por aquello de lo que uno está en posesión, sino por aquello de lo que uno está libre. (Felicidad como exención o liberación de unas ataduras que serían el dolor, el miedo y el odio). Pero bueno, parece una descripción bastante certera y creo que el poema parece ir en esa línea.
A Einstein le preguntaron una vez que si era feliz y contestó: -No, ni puñetera falta que me hace.
Quien desespera en su desgracia, la aumenta.
(proverbio indio)
A menudo la realidad no es nada realista.
Mi madre adoraba a los niños. Por desgracia nunca se dio cuenta de que yo era uno.
(GROUCHO)
La tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.
(MARX)
Para limpiar los ojos
basta un árbol.
(JUAN MARQUÉS)
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