viernes, 15 de junio de 2012
¿Quieres, mamá, que te lo diga al oído? (por Rabindranath Tagore)
Si alguien descubriera dónde está el palacio de mi rey, el palacio se desvanecería en el aire.
Sus muros son de plata y su techo de oro resplandeciente. La reina vive en un edificio de siete patios y lleva una joya que ha costado siete reinos.
Pero escucha, mamá, voy a decirte al oído dónde está el palacio de mi rey. Está en un rincón de nuestra azotea, allí donde florece la albahaca.
La princesa duerme, tendida en la lejana orilla de los siete mares infranqueables. Soy el único en el mundo que puede encontrarla.
Sus brazos están cubiertos de pulseras y en sus orejas lleva largos colgantes de perlas. Sus cabellos rizados llegan hasta el suelo.
Cuando la toque con mi vara mágica, despertará y, si sonríe, las más bellas joyas caerán de sus labios.
¿Quieres, mamá, que te lo diga al oído? La princesa está en un rincón de nuestra azotea, dentro de la maceta de albahaca.
Cuando llegue la hora de bañarte, antes de ir al río sube a la azotea. Me verás sentado en el rincón donde se juntan las sombras de las dos paredes.
Sólo la gata tiene permiso para estar conmigo, porque ella sabe dónde vive el barbero del cuento.
¿Quieres, mamá, que te diga al oído dónde vive el barbero? En el rincón de la azotea donde está la maceta de albahaca.
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7 comentarios:
Vaya, un mundo entero en la maceta de albahaca. Yo de niño jugaba en la calle, en un pueblo, y allí estaba todo mi mundo. La calle era de empedrado y las piedras eran para mí montañas, y las plantas que brotaban en la tierra eran selvas y bosques salvajes donde deambulaban mis soldados de plástico (y luego los Mádelman). Pero de pronto asfaltaron la calle y aquel mundo de mi imaginación quedó sepultado, como Pompeya.
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Tú me estás dando motivo,
motivo tú me estás dando...,
y yo no quiero, no quiero
hacer lo que estoy pensando.
Una papelera es el primer mueble en el estudio del escritor.
(HEMINGWAY)
Se fueron todos
los bisontes excepto
el de Altamira.
(CUQUI COVALEDA)
Vivimos en el detalle, no somos capaces de vivir en el panorama.
(HERTA MüLLER)
Es cierto que no te quiero tanto como cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres casadas.
(GROUCHO)
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