sábado, 6 de julio de 2013
Apocalipsis (por Saiz de Marco)
como en Pompeya
desciende la lava
líquido ardiente que brota de dentro
y vuelve piedra todo cuanto toca
señores y esclavos
pobres y ricos
déspotas
sabios
parias de la tierra
fieles y traidores
ruines y honestos
animales
plantas
estatuas
puentes
casas suntuosas
cabañas
cárceles
proyectos
recuerdos
horrores
sueños
dolor y placer
sonrisas y lágrimas
todo es ahora un Vesubio
un cráter ígneo
un manantial que fluye a borbotones
que se derrama
que anega los suelos que
incontenible
se esparce y avanza
como un torrente hirviendo en la ladera
magma abrasador
pira funeraria
lengua de fuego que todo lo lame
sin distinguir (no sabe de justicia
no entiende de maldades ni bondades)
sin nada exceptuar
sin salvar nada
como en Pompeya cae
montaña abajo
petrificando todo cuanto cubre
la lava que clausura el episodio
la lava final que sepulta al mundo
la lava que todo lo inunda y sumerge
la lava que todo lo lava
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13 comentarios:
Sí , es un poema ingenioso que cambias Vesubio por Crisis y te queda tal cual ,
Estoy leyendo Belmonte y es toda una lección , como encadena poemas en prosa . Luego te mete en la piel del personaje y te traslada a su época de con ese arte sevillano con el que ejercía Chaves Nogales ( no es la típica biografía ).
Nobleza Obliga , no cometán el error de no leerlo por animadversión a la tauromaquia
Muy interesante lo que dices, Silvio. Yo leí hace poco "A sangre y fuego" y me gustó mucho. Es lo mejor que se ha escrito, en ficción (aunque basado en hechos reales), sobre la guerra civil española. También he leído algunos otros libros de Chaves Nogales: recopilaciones de artículos periodísticos sobre dicha guerra del 36 ("La defensa de Madrid") y sobre los inicios de la Alemania nazi. A "Belmonte" aún no le he incado el diente.
Con Chaves Nogales pasará en España como con Zweig en Alemania, que de ser olvidado pasará a considerársele un autor de primera categoría.
Perdón, al "hincado" se le perdió una h.
Es curiosa, Karrashtko, la devoción que le profesáis todos en esa Logia a S. Zweig.
Mi juventud... ¿Fue juventud la mía?
(RUBÉN DARÍO)
No serás tú el primer hombre
ni yo la única mujer
que se quieran y se olvidan
y se vuelvan a querer.
Echa cuentas... y te saldrán rosarios.
Cada puerta en su quicio y cada hombre en su oficio.
Ca mayo tiene su noche,
ca quicio su entretenida:
ojos verdes, como un broche
de esmeralda y despedida.
No hay maestro que no pueda ser discípulo.
(GRACIÁN)
La neutralidad ante el mal y la injusticia es una forma de complicidad.
Al que pisa hierro de azada, el mango le da en la cara.
Y la memoria sigue negándome el acceso allá donde deseo ir, dejándome acceder únicamente a otros lugares y nunca a los que deseo. Estúpida puerta cerrada con llave. Máquina soberana estúpidamente preocupada con su función y su tarea: recordar, preservar indeleblemente, permanentemente. Aunque eso tampoco es cierto. Morirá conmigo, guardián fanático, mísero tirano, burlón, rebelde, duro de mollera, tan invariable y al mismo tiempo tan incierto, despiadado y a la vez sensible, como una masa de carbón con la delicada impronta de una hoja. ¿Cómo puedo entender la memoria? ¿Cómo puedo aceptarla? ¿Redes neuronales, sinapsis, circuitos de McCulloch? No, no hay explicación en este sabio y absurdamente científico sentido; es inútil, hay que dejar que la memoria siga siendo lo que es. La memoria y yo somos un par de caballos que se observan con suspicacia, que tiran del mismo carruaje. Así que vamos allá, inseparable y desconocido compañero mío, mi enemigo, mi amigo.
(STANISLAW LEM)
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