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lunes, 10 de octubre de 2016

Fruto arruinado (por James Yates)


Las manos españolas son jóvenes, dolientes.
Capturadas por hombres conspicuos y seguros,
en sus propias granjas
abatidas se mantienen firmes. La hombría
no se ha hecho aún dueña de su joven materia,
y en sus formas
se muestra la dificultad de la tierra duramente abierta.
Serán fusilados. Los fusiles apuntan a los ojos sin blanco
que oscurecen recuerdos. Cada estación terrena
que tenía su signo en las manos
y los frutos terrenos convertidos en fútiles.
Aquellos grupos cándidos sin trueques, los muros y los árboles de su paisaje habitual
no habrán de dar testimonio de su muerte.
La pala arrojada al suelo, herramientas del campo
a diario colegas de sus manos, apartadas;
y cogiendo instrumentos
de otras especies y con otro empleo,
se alzaron contra el ansia sin nombre de la muerte,
moviéndose como los inviernos que cruzarán su tierra,
para volverse ellos mismos devastada cosecha
y fruto arruinado:
sabiendo que en el curso de los años
para ellos no vendrán otros momentos,
la armonía de su vida y su verano, ponderada entre ramas fusiles.



5 comentarios:

Víctor Saltero dijo...

En 1935, justo el año que llega a Nueva York, tuvo lugar un hecho determinante: el bombardeo de Etiopía por las tropas de Mussolini, que provocó la incorporación de los afroamericanos en la lucha contra el fascismo. Selassie, el emperador de Etiopía, no admitió la intervención de tropas extranjeras así que los afronorteamericanos se organizaron para llevar medicinas y alimentos, pero todos los esfuerzos resultaron baldíos: nunca llegaron a su destino. Fue precisamente España la heredera de esas movilizaciones y la que se transformó en el símbolo de esa lucha contra la expansión del fascismo. Noan Chomsky (“La caída de Barcelona”), James Baldwin (Acerca de la Revolución Española”), los intelectuales y los periódicos negros se declaran partidarios de la República, y fue precisamente uno de ellos,The Afro-American de Baltimore, quien envió como corresponsal al que ya era prestigioso escritor y poeta de la negritud: Langston Hughes.

Ambos libros, Escritos sobre España y De Misisipi a Madrid, nos hablan de ese tiempo vivido en España, de los horrores de las trincheras, de la miseria y el dolor de una sociedad rota, al mismo tiempo que recrea escenas de la vida cotidiana no exentas de humor, en la que los personajes eran capaces de oír música y reír, como las escenas y comentarios que L. Hughes hace poniendo música de blues en la caja de discos que se había traído a España para no escuchar los bombardeos de Madrid. Demostrando además su conocimiento de la cultura española y del flamenco de Pastora Pavón diciendo: “El grito extraño, salvaje, de su flamenco era para mí muy parecido al primitivo blues negro del Sur más profundo” .

Hughes llega a Barcelona en tren; viene de Francia y le acompaña otro escritor negro, Nicolás Guillén. Aquí en España, siendo ya amigo de Lorca (se conocieron en N. Y. en 1930), conoció y convivió con muchos de los escritores y artistas antifascistas, y en su libro se publican tanto poemas como las crónicas de la Guerra que enviaba a periódicos de EE. UU.

Más en

http://www.palabrasdelaceiba.es/afroamericanos-en-la-guerra-civil-espanola

VSaltero dijo...



James Yates, De Misisipi a Madrid. Memorias de un Afroamericano de la Brigada Lincoln. La Oficina Ediciones, 2011

VS dijo...


De Misisipi a Madrid - Memorias de un Afroamericano en la Brigada Lincoln

Por James Yates

James Yates hace la ruta de Misisipi a Chicago como polizón en trenes de mercancías y logra salir adelante en circunstancias extremas, solo para ver arruinados sus esfuerzos por los efectos de la Gran Depresión. De los tres mil voluntarios procedecentes de EE.UU. que cruzaron las fronteras españolas para defender la República, había un centenar de brigadistas negros entre los que se encontraba James Yates. De Misisipi a Madrid, publicado por primera vez en 1986, representa el testimonio de un puñado de hombres y mujeres que por primera vez se sintieron libres en nuestro país. En sus páginas, Yates relata encuentros con personajes como Ernest Hemingway, Langston Hughes u Oliver Law, el primer afroamericano al mando de una unidad militar en la historia norteamericana.

James Yates (1906-1993) nace en Misisipi y siendo todavía un adolescente emigra a Chicago donde llega a ser miembro fundador del sindicato del ferrocarril.

Allí inicia sus actividades políticas participando activamente en las luchas sindicales y en defensa de los derechos civiles. Durante la época de la Gran Depresión se traslada a Nueva York en busca de trabajo y se afilia al Partido Comunista. Tras la invasión de Etiopía por las tropas de Mussolini, decide alistarse como voluntario en la Brigada Lincoln, la primera en la historia formada por afroamericanos, para luchar en la Guerra Civil española. De nuevo, entra en el ejército norteamericano para luchar en la Segunda Guerra mundial, pero finalmente se le impide viajar a Europa por participación en la Guerra Civil. Tras la contienda, abre una tienda de reparación de radios a la vez que prosigue sus actividades políticas. En 1986 publica su autobiografía y único libro, De Misisipi a Madrid. Memorias de un afroamericano de la Brigada Lincoln.

(Extraído de

http://www.unitedminds.es/index.php/categorias/libros/product/235-de-misisipi-a-madrid

Víctor Saltero dijo...

Por las páginas de ambos libros pasan afroamericanos de muchos países: EE.UU, Cuba, Jamaica, Trinidad, Martinica… Son aviadores, conductores (como J. Yates), escritores, políticos, poetas, atletas, etc., dejando el testimonio de un puñado de hombres negros para los que, a pesar de la dureza de la guerra y de perder la vida muchos de ellos, representó, en palabras del mismo Yates, “sentirse libres por primera vez” en nuestro país.

casa de citas dijo...

¿Dónde termina la persona, su contorno, sus límites? ¿Dónde empieza lo que es incluso más cierto que ella misma, el dolor en su voz, la inocencia en sus ojos?



(BOBIN)