domingo, 30 de octubre de 2016
Música y viento y hojas (por José Hierro)
Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento
gloria final a las hojas doradas.
Arder, fundirse el monte en llamaradas
crepusculares, trágico y sangriento.
Gira, asciende, enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?
Pasan, dejando el campo amarillento.
Por esto, por sentirnos todavía
música y viento y hojas, ¡alegría!
Por el dolor que nos tiene cautivos,
por la sangre que mana de la herida
¡alegría en el nombre de la vida!
Somos alegres porque estamos vivos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
Un canto a la esperanza...
Siempre hay un iceberg, más cerca o más lejos, esperando a su Titanic.
Me hago una herida
al cortar el pescado.
Sangre en la sangre.
(CUQUI COVALEDA)
Cuqui se corta
al cortar el pescado:
ahora es sirena.
F, qué alegría saber que sigues estando ahí, "al quite" (perdón por la locución taurina), pendiente siempre de lo que aquí se cuece.
Besos, Cuqui, al ventalle de cedros que aire daba.
Palabras vanas, ruido de campanas.
LELA
Están as nubes chorando
por un amor que morreu.
Están as rúas molladas
de tanto como choveu.
Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino mira antes de cruzar la calle.
(HAWKING)
Publicar un comentario