zUmO dE pOeSíA

zUmO dE pOeSíA
de todos los colores, de todos los sabores

ALEATORIUM: Saca un poema de nuestro almacén

Ver una entrada al azar

miércoles, 26 de octubre de 2016

Y se mira su cuerpo (por Rafael Guillén)


Un hombre está tumbado bajo el cielo.
Se le ha apagado el tacto. Las hormigas
pueden subir el trigo por su cuello.
Esto es lo más terrible de los muertos:
que la vida los cubre y los absorbe.

Porque un hombre está muerto, y en la plaza
siguen jugando al tute los de siempre,
y se espera que grane la cosecha,
y hay barcos en los puertos, preparados
para zarpar al despuntar el alba.
Un muerto es la esperanza boca abajo.

Porque un hombre está muerto y todavía
es posible que tiene en los bolsillos
un paquete empezado de tabaco.
Y esto es lo más terrible de los muertos:
que se paran de pronto entre las cosas.

Ha muerto un hombre cuando se desdobla
y se mira su cuerpo, desde enfrente,
y se tiende la mano, y se despide.
Ha muerto un hombre, irremisiblemente,
cuando mueren los que lo recordaban.

Los muertos se resisten a estar muertos
y se defienden con su peso inerte,
y es terrible su grito cuando luchan
porque sólo se oye con los ojos.

Hay que amar a los muertos, comprenderlos.
Son como niños buenos enfadados.
Les han robado el aro y la cometa
y se han quedado tristes para siempre. 

6 comentarios:

hAiKu dijo...

Nos sobreviven
las gafas, el batín,
las zapatillas...

hAiKu dijo...

Alguien expira
y en su brazo el reloj
sigue tic-tac.

hAiKu dijo...

Está completo.
Nada falta al cadáver
excepto todo.

hAiKu dijo...

Siguen aquí
-mutados, transmigrantes-
los que se fueron.

hAiKu dijo...

Llega la muerte
pero de dónde viene
y a dónde va.

Aldonza Lorenzo dijo...

Habla bien de la guerra quien no fue a ella.