Seguramente anda entre nosotros
de incógnito: el cajero de un negocio,
el chico de reparto, la muchacha
que atiende en la farmacia, un peluquero,
el tipo todo inflado del gimnasio,
la bailarina exótica, el joyero, el paseador de perros, el cieguecito
¿no me puede ayudar?” por los vagones.
Alguien que está encendiendo una fogata
falsa en la chimenea también falsa
de una vidriera, mientras miran desde
el sillón con el rictus congelado
de una sonrisa un padre y una madre,
cuando la calle se vacía y llega
la hora de cerrar del funerario
y hasta el último mozo se va a casa.
Ese mendigo viejo, ahí parado
en el portal, la cara medio oculta;
y no descartaría ni a ese gato
negro que acaba de cruzar la calle,
ni al pequeño foco desnudo que en el túnel
del metro está colgado de su cable,
y que se mueve cuando el tren se para.
3 comentarios:
Alguien anda disfrazado, camuflado entre las cosas cotidianas del mundo. Alguien (¿quién?) anda mimetizado con el día a día. Alguien o algo muy importante va por ahí desapercibido, confundiéndose con el vulgar trasiego de las cosas.
La belleza es aquello en cuyas manos no nos importaría ser destruidos, deshechos, calcinados.
(LLERA)
Las pobres palabras, que en lo cotidiano languidecen,
las discretas palabras, es eso lo que amo.
De mis fiestas les ofrendo colores,
y entonces sonríen y, lentamente, se alegran. Su esencia, que temerosas conquistaron en ellas,
se renueva con claridad para que todos puedan verla;
ellas nunca se han adentrado en el canto
y tímidas ingresan ahora en mi canción.
(RILKE)
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