Son muchos los hervíboros que se te acercarían y tragarían enteros tu corola, tu cáliz...
O comerían las hojas del rosal.
Y sin hojas la planta, y tú con ella, moriríais enseguida.
Pero gracias a mí, sobre todo a mi punta que hiere donde toca, se hacen daño si muerden los tallos.
Y al pincharse y sentir que les duele, desisten de comerlos.
Por eso te respetan los conejos, las cabras, los ciervos, las ovejas...
Por eso no te ingieren como a otras hierbas, matas o arbustos indefensos.
Y debido a ello tú puedes brotar, abrir de par en par los pétalos, mostrar tu colorido, esparcir tu perfume.
Yo, Rosa, te defiendo de todos los peligros.
Yo soy quien te protege.
Yo: la dura, la gris, la servicial espina.
7 comentarios:
Siempre en la sombra, siempre fuera del enfoque visual, las espinas que nadie valora. Pero sin ellas no habría rosas en el mundo. Miremos las espinas con otros ojos. La espina (también) es bella.
Rosa con mayúscula y espina con minúscula. No debería ser así.
Anchoa que no nada, acaba en la ensalada.
Ante la nieve todos somos niños, ante el amor todos somos niños, ante la muerte todos somos niños, la nieve es una niña con vestido blanco, una niña pequeña que da sus primeros pasos sobre la tierra.
(BOBIN)
A veces ocurre que, cuando el rosal silvestre florece, la maraña de espinas secas se cubre de milagros rosados. Me ocurrió hasta a mí...
(EDITH SÖDERGRAN)
MÍRAME (Isidoro Capdepón)
No soy bonita, ¿verdad?
Nadie me ve. Soy la raíz del rosal.
Siempre estoy oculta bajo la tierra. Y sucia.
Convivo con el barro y las lombrices.
Pero sin mí no habría "No la toques ya más, que así es la rosa".
Sin mí no habría "Mortal y rosa".
Sin mí no "Te llegará una rosa cada día".
Sin mí no "rosa mística".
Sin mí no "rosa de Alejandría".
Sin mí no "agua de rosas", ni "tiempo de rosas", ni "perfume de rosas".
Sin mí no rosas blancas ni rojas ni amarillas.
Sin mí no rosas rosas...
Y ahora mírame bien.
No soy bonita, ¿verdad? No, más bien soy fea; y además huelo a estiércol. (Es lo que estás pensando.)
Soy quien alimenta, quien mantiene a la rosa. Soy la raíz.
MÍRAME (Isidoro Capdepón)
No soy bonita, ¿verdad?
Nadie me ve. Soy la raíz del rosal.
Siempre estoy oculta bajo la tierra. Y sucia.
Convivo con el barro y las lombrices.
Pero sin mí no habría "No la toques ya más, que así es la rosa".
Sin mí no habría "Mortal y rosa".
Sin mí no "Te llegará una rosa cada día".
Sin mí no "rosa mística".
Sin mí no "rosa de Alejandría".
Sin mí no "agua de rosas", ni "tiempo de rosas", ni "perfume de rosas".
Sin mí no rosas blancas ni rojas ni amarillas.
Sin mí no rosas rosas...
Y ahora mírame bien.
No soy bonita, ¿verdad? No, más bien soy fea; y además huelo a estiércol. (Es lo que estás pensando.)
Soy quien alimenta, quien mantiene a la rosa. Soy la raíz.
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