viernes, 23 de diciembre de 2011
Cansancio (por Oliverio Girondo)
Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas
y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos
y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas
y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos
y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio
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15 comentarios:
Esto confirma una vez más lo que ya sabemos: Que este Girondo es un cachondo.
Feliz Navidad a todos.
(ZdeP sigue estos días. Dejamos entradas programadas.)
Luismi, me lo has quitao de la boca. (Pero es un buen poema sobre el cansancio)
Ya esta bien de chistes tontos con el apellido de Girondo. Lo dice una de Logroño, que coño.
Y uno de Torrelodones, que cojones
Maldita sea... ¿A qué viene esta sarta de chorradas sin la menor gracia ni ingenio? ¿Se cree alguno que porque en un blog como este pueda caber el humor y la ironía también se van a colar de rondón las paridas insustanciales?
Nunca me gustaron las rémoras que se pegan a la barriga de los tiburones; odio las moscas cojoneras que atormentan a los los lustrosos purasangres; tengo por poco al servil palanganero; me molestan los mirandas que, en el metro, leen el periódico por encima de mi hombro; no sufro a quien me cuenta el último chiste de Urdangarín...
De modo que recomiendo a los virtuosos del teclado que no toquen de (mal) oído sus solos de trombón, sino que utilicen partitura, cuaderno de ruta o libro de urbanidad y mejores costumbres.
No quiero ser más duro, que estamos en Navidad.
No se me enfade, don Patronio, que la risa no es mala y yo he visto burros muy serios.
Feliz navidad a todos...que lo paséis muy bien estas fiestas
angel
Este don Patronio se cree que, porque tenga razón respecto a las chuminadas que sueltan algunos, puede ponerse borde y algo faltón.
Don Patronio: búsquese a su Lucanor y dele los consejos pertinentes; a nosotros déjenos penar en nuestra mediocridad.
Váyase al cuerno, vaya.
Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.
(GANDHI)
El que con lobos anda, poco tarda en aullar.
No contenta con todos sus expolios, esta época quiere robarnos también la soledad.
(JOSÉ MANUEL CAMACHO VÁZQUEZ)
Nunca enchufó
Cervantes una lámpara
para leer.
(CUQUI COVALEDA)
Ninguna hormiga
tiene opción de elegir
ser perezosa.
(RAPHAEL BALDAYA)
Las tablas del ataúd y una pesada losa
se apoyan sobre su pecho;
mi solitario corazón está afligido;
ella descansa en paz.
Silencio, silencio, ella no puede oír
la lira o el soneto;
toda mi vida está enterrada aquí,
Echad tierra sobre ella.
(OSCAR WILDE)
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