viernes, 9 de diciembre de 2011
No querría (por Boris Vian)
No querría morir
Antes de haber conocido
Los perros negros de México
Que sueñan sin dormir
Y los monos de desnudo trasero
Hambrientos en los trópicos
Y las arañas de plata
En sus nidos de burbujas
No querría morir
Sin saber si la luna
Con su falso aire de tuna
Tiene un lado picudo
Y si el sol es frío
Y si las cuatro estaciones
Son realmente cuatro
Y sin haber probado
A salir con un vestido
A arbolados paseos
Y sin haber mirado
Por el ojo de una alcantarilla
Y sin haberme puesto un vestido
En rinconcillos raros
No querría acabar
Sin conocer la lepra
O las siete enfermedades
Que se cogen allá abajo
Y lo bueno y lo malo
Me darían igual
Si si si supiera
Que tendría aguinaldo
Y también existe
Todo lo que conozco
Todo lo que aprecio
Y que sé que me gusta
El fondo verde del mar
Donde bailan los tallos de alga
Sobre la arena ondulada
Y la hierba tostada de junio
La tierra que se agrieta
El olor de los pinos
Y los besos de ella
Que esto que lo otro
Qué guapa que allí está
Mi querida Úrsula
No querría morir
Antes de haber usado
Su boca con mi boca
Su cuerpo con mis manos
Con mis ojos el resto
Y ya no digo es preciso
ser muy respetuoso
No querría morir
Sin que sean inventadas
Las rosas eternas
La jornada de dos horas
El mar en la montaña
La montaña en el mar
El fin del dolor
Los diarios en colores
Los niños bien contentos
Y tantas cosas más
Que duermen en los cráneos
De ingenieros geniales
De jardineros joviales
De sesudos socialistas
De urbanos urbanistas
Y de pensativos pensadores
Tantas cosas que ver
A ver y a entender
Tanto tiempo esperar
Y en lo oscuro buscar
Y yo que veo el fin
Que gruñe y que se acerca
Con su gesto torcido
Y que me abre sus brazos
De rana patituerta
No querría morir
No señor no señora
Antes de haber tocado
El gusto que me atormenta
El gusto que es el más fuerte
Antes de haber gustado
De la muerte el sabor...
Antes de haber conocido
Los perros negros de México
Que sueñan sin dormir
Y los monos de desnudo trasero
Hambrientos en los trópicos
Y las arañas de plata
En sus nidos de burbujas
No querría morir
Sin saber si la luna
Con su falso aire de tuna
Tiene un lado picudo
Y si el sol es frío
Y si las cuatro estaciones
Son realmente cuatro
Y sin haber probado
A salir con un vestido
A arbolados paseos
Y sin haber mirado
Por el ojo de una alcantarilla
Y sin haberme puesto un vestido
En rinconcillos raros
No querría acabar
Sin conocer la lepra
O las siete enfermedades
Que se cogen allá abajo
Y lo bueno y lo malo
Me darían igual
Si si si supiera
Que tendría aguinaldo
Y también existe
Todo lo que conozco
Todo lo que aprecio
Y que sé que me gusta
El fondo verde del mar
Donde bailan los tallos de alga
Sobre la arena ondulada
Y la hierba tostada de junio
La tierra que se agrieta
El olor de los pinos
Y los besos de ella
Que esto que lo otro
Qué guapa que allí está
Mi querida Úrsula
No querría morir
Antes de haber usado
Su boca con mi boca
Su cuerpo con mis manos
Con mis ojos el resto
Y ya no digo es preciso
ser muy respetuoso
No querría morir
Sin que sean inventadas
Las rosas eternas
La jornada de dos horas
El mar en la montaña
La montaña en el mar
El fin del dolor
Los diarios en colores
Los niños bien contentos
Y tantas cosas más
Que duermen en los cráneos
De ingenieros geniales
De jardineros joviales
De sesudos socialistas
De urbanos urbanistas
Y de pensativos pensadores
Tantas cosas que ver
A ver y a entender
Tanto tiempo esperar
Y en lo oscuro buscar
Y yo que veo el fin
Que gruñe y que se acerca
Con su gesto torcido
Y que me abre sus brazos
De rana patituerta
No querría morir
No señor no señora
Antes de haber tocado
El gusto que me atormenta
El gusto que es el más fuerte
Antes de haber gustado
De la muerte el sabor...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
11 comentarios:
Como siempre en vuestro poupurrí , me gustó el poema seleccionado. Lo único que no me convence es que todos los versos empiecen con mayúscula. Yo sé que bastantes ediciones de poesía tienen esa fea costumbre, pero prefiero lo que hacéis vosotros, o sea, no iniciar con maýúsculas los versos. Las mayúsculas al principio de cada verso dificultan la lectura volviéndola áspera y tediosa. Así que espero sea una excepción y no se repita en el futuro . Saludos y enhorabuena por el blog.
Luis, no te hemos contestado antes porque nos cogimos el acueducto de la Inmaculada Constitución y hemos vuelto hoy. Coincidimos contigo en que los versos no deben iniciarse sistemáticamente con mayúscula, al menos no como decisión del editor o impresor, pero en el caso de Boris Vian nos parece claro que el autor quería hacerlo así. Nos parece que de este y otros poemas de Vian se desprende que ésa era su voluntad y por eso la hemos respetado. Saludos.
Llevamos 2000 años celebrando el nacimiento de Jesús, y no el de Herodes. Por algo será.
(FACUNDO CABRAL)
Puedes parar los pulmones, pero no el cerebro.
Aunque toquen a rebato
las campanas del sentío,
no se ha de apagar el fuego
que esta serrana ha encendío.
De casi-casi nadie se muere.
El grito más sincero de la creación es el rebuzno.
Todo castillo lo es de arena.
(ANDER MAYORA)
Tenemos todos mucho más que aprender que que enseñar.
LA última y definitiva justicia es el perdón.
(UNAMUNO)
Visto un león, están vistos todos, y vista una oveja, todas; pero visto un hombre, no está visto sino uno, y aún no bien conocido.
(GRACIÁN)
Publicar un comentario