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jueves, 21 de diciembre de 2017

Ámsterdams (por Saiz de Marco)



Tuve que cambiar de avión en Ámsterdam

Durante una hora recorrí pasillos
siempre a paso ligero subí y bajé escaleras
compré algo de beber
leí indicaciones
puede que algún anuncio
pasé el control de nuevo en aquel aeropuerto
y monté en el avión

Así que formalmente he estado en Ámsterdam

Pero nada conozco de puentes sobre el Ámstel
de canales con barcos
de campos de colores
llenos de tulipanes y molinos de viento

Tras despegar
mientras iba el avión tomando altura
pensé en mis Ámsterdams de tránsito y trasbordo
en todos esos Ámsterdams donde estuve y no estuve
donde no llegué a entrar
que apenas si rocé
que no hice míos

los invividos Ámsterdams en medio de la ruta
que crucé sin cruzarlos

Mientras iba alejándome
sentado en el avión (y ahora mismo también)
me acordé de mis muchos
mis demasiados Ámsterdams


5 comentarios:

Pablo M dijo...

Por demasiados sitios de la vida pasamos de perfil, al descuido, de refilón. (Quisiera haber querido lo que no he sabido querer)

batiBURRILLO dijo...

Quien sólo sabe de Medicina, ni Medicina sabe.

(AVICENA)

Lloviendo amares dijo...

Si sólo se tratara de ser felices, no sería difícil: lo malo es que queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad.

(MONTESQUIEU)

TóTUM REVOLùTUM dijo...

Se discute mucho más para defender el prurito propio que para alcanzar la verdad.

Fuego de palabras dijo...

Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas
las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.

(WHITMAN)