zUmO dE pOeSíA

zUmO dE pOeSíA
de todos los colores, de todos los sabores

ALEATORIUM: Saca un poema de nuestro almacén

Ver una entrada al azar

viernes, 31 de agosto de 2018

Si alguien pudiera parar la cámara (por Linda Pastan)


Eran los primeros días de Mayo, creo.
Un momento de la lila o cereza silvestre
cuando tantas promesas se hacen
y es difícil preocuparse si algunas no se cumplen.
Mi madre y mi padre todavía suspendidos
en la experiencia, parte del paisaje
como las casas en donde había crecido.
Y si habrían de ser derribadas después
era algo que sabía
pero no creía. Nuestros chicos estaban dormidos
o jugando, el más pequeño tan nuevo
como el nuevo aroma de la lila,
y cómo pude haber adivinado
que sus raíces eran superficiales
y serían fácilmente trasplantadas.
No supe ni siquiera que era feliz.
Los pequeños enojos que eran como sal
sobre el melón fue en lo que me obstiné,
aunque en verdad sólo hacían
el sabor de la fruta más dulce.
Entonces nos sentamos en el porche
en la mañana fría, sorbiendo
café caliente. Después de las noticias del día
-huelgas y pequeñas guerras, un incendio en algún lugar-
pude ver lo alto de tu cabeza negra
y pensé no en conflagraciones públicas
sino en cómo se sentirían en mi hombro desnudo.
Si alguien pudiera parar la cámara entonces...
Si alguien pudiera no sólo parar la cámara
sino preguntarme: ¿Eres feliz?
Quizá me habría dado cuenta
de cómo la mañana brilló en el color
reflejado de la lila. Sí -podría haberle dicho-,
ofreciéndole una humeante taza de café.



4 comentarios:

Pablo M dijo...

La felicidad se conjuga en pasado.

cajón desastre dijo...

Antes se puede mejorar La Gioconda que mi gato blanco, el de ojos rampantes, el que se llama Broma. Antes se puede mejorar la Novena Sinfonía que mi gata negra, la furirencorosa, la que se llama Lorca. Antes se puede mejorar Macbeth que mi gato zurdo, el mendigamimos, el que se llama Kobe.

(NEORRABIOS@)

ORáKULO dijo...

Miramos al pasado con ojos del presente.

Lloviendo amares dijo...

AMOR

una cabina telefónica amarilla
en medio de un prado verde
si no estuvieras conmigo ahora
te llamaría

(FITZGERALD KUSZ)