jueves, 11 de marzo de 2010
No pido mucho (por Julio Cortázar)
Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar en tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como
si de ello dependiera muchísimo el mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar en tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como
si de ello dependiera muchísimo el mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Cuando canta el gallo negro,
es que ya se acaba el día.
Si cantara el gallo rojo,
otro gallo cantaría.
Ay si es que miento,
que este cantar que canto
lo borre el viento.
Ay qué desencanto
si me borrara el viento
lo que yo canto.
Jamás ha habido un niño tan adorable que su madre no desee que se duerma ya de una vez.
(GROUCHO)
Todos tenemos suficiente fortaleza para soportar las desgracias ajenas.
(LA ROCHEFOUCAULD)
Cuantas menos ideas tenga uno y más pobres sean, más esclavo será de esas pobres y pocas ideas.
(UNAMUNO)
Publicar un comentario