domingo, 21 de marzo de 2010
Oh capitán, mi capitán (por Walt Whitman)
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado.
La nave ha salvado todos los escollos.
Hemos ganado el premio que anhelábamos.
El puerto está cerca. Oigo las campanas, el pueblo entero regocijado
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
Oh rojas gotas que caen
allí donde mi capitán yace, frío y muerto.
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas.
Levántate. Por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín.
Para ti ramilletes y guirnaldas con cintas.
Para ti multitudes en las playas.
Por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven.
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad.
La nave, sana y salva, ha anclado. Su viaje ha concluido.
De vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad, campanas!
Pero yo, con pasos tristes,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
La nave ha salvado todos los escollos.
Hemos ganado el premio que anhelábamos.
El puerto está cerca. Oigo las campanas, el pueblo entero regocijado
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
Oh rojas gotas que caen
allí donde mi capitán yace, frío y muerto.
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas.
Levántate. Por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín.
Para ti ramilletes y guirnaldas con cintas.
Para ti multitudes en las playas.
Por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven.
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad.
La nave, sana y salva, ha anclado. Su viaje ha concluido.
De vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad, campanas!
Pero yo, con pasos tristes,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
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10 comentarios:
Oh, capitán mi capitán...
...Maravilloso poema...
Gracias, Miguel Ángel. A nosotros también nos encanta.
La inspiración no da más que la mitad, como una subvención. La inspiración es también un pequeño empujón. Alguien nos ha subido a una bicicleta, pero no sabemos andar en ella. Los primeros metros los recorremos con ese impulso, pero si no empieza uno a pedalear por su cuenta, acabará cayéndose.
(ANDRÉS TRAPIELLO)
Ama a quien no te ama, responde a quien no te llama, y andarás carrera vana.
Todo en amor es triste
mas, triste y todo,
es lo mejor que existe.
(CAMPOAMOR)
Es increíble que la Ley castigue el delito de bigamia. ¡ Como si no fuera ya bastante castigo tener dos suegras !
(RUSSELL)
En el final de viaje,
en el último trayecto,
quiero llevar de equipaje
el hombre que llevo puesto.
Viajé como ganador
de éxito y de fortuna,
viví como triunfador,
no cabe duda ninguna.
Pero de qué me sirvió
el camino recorrido,
si mi triunfo se quedó,
en cenizas y en olvido…
Ingratitud de la vida,
que cobra siempre al final,
factura que te aniquila
y te roba la moral.
Por eso al final de viaje,
en el último trayecto,
quiero llevar de equipaje
el hombre que llevo puesto.
Cide, eso es del cantaor Juan Valderrama, natural de Torredelcampo, Jaén.
Demasiada discusión confunde más que aclara.
(proverbio holandés)
Amplios son los tesoros del olvido, e innumerables los montones de cosas en un estado próximo a la nulidad; más hechos hay sepultados en el silencio que registrados, y los más copiosos volúmenes son epítomes de lo que ha sucedido.
(BROWNE)
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