martes, 16 de marzo de 2010
Somos los hombres huecos (por T. S. Eliot)
somos los hombres huecos
los hombres rellenos de serrín
que se apoyan unos contra otros
con cabezas embutidas de paja. ¡Sea!
ásperas nuestras voces, cuando
susurramos juntos
quedas, sin sentido
como viento sobre hierba seca
o el trotar de ratas sobre vidrios rotos
en los sótanos secos
contornos sin forma, sombras sin color,
paralizada fuerza, ademán inmóvil;
aquellos que han cruzado
con los ojos fijos, al otro Reino de la muerte
nos recuerdan -si acaso-
no como almas perdidas y violentas
sino, tan sólo, como hombres huecos,
hombres rellenos de serrín.
los hombres rellenos de serrín
que se apoyan unos contra otros
con cabezas embutidas de paja. ¡Sea!
ásperas nuestras voces, cuando
susurramos juntos
quedas, sin sentido
como viento sobre hierba seca
o el trotar de ratas sobre vidrios rotos
en los sótanos secos
contornos sin forma, sombras sin color,
paralizada fuerza, ademán inmóvil;
aquellos que han cruzado
con los ojos fijos, al otro Reino de la muerte
nos recuerdan -si acaso-
no como almas perdidas y violentas
sino, tan sólo, como hombres huecos,
hombres rellenos de serrín.
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11 comentarios:
Si quieres conocer a Juanillo, dale un carguillo.
No sólo el ave.
Del paraíso habla
todo animal.
(CUQUI COVALEDA)
La poesía y también la prosa, la literatura en general, tiene mucho que ver con el ritmo, la cadencia y la musicalidad. Sin éstos no hay texto literario que valga.
Algún día has de entender
que el que quiere a quien le quiere
no sabe lo que es querer.
Todo lo más que puede aspirar una novela cuando se la adapta al cine, es a salir ilesa.
Cambiar es ganarle una batalla a la costumbre.
(MORAND)
Una mesa sin patas no es una mesa.
(proverbio húngaro)
Si no quema, no es arte.
(STEVE VAI)
Siempre hay algún loco que grita mientras
los cuerdos se cosen los labios,
que se agarra a una alambrada, a un clavo
ardiendo que le abrase las manos
por no haberla cortado.
Alguien que se rasga las vestiduras y se quita
los zapatos para ponerse los de esos otros
que van descalzos.
Siempre hay alguien que nos saca las castañas
del fuego aunque se queme,
que nos las pone en bandeja para que nos hartemos
un poco más los que ya estamos hartos.
Hay quien no se conforma con los días nublados,
quien tiende una mano para que le cojan el brazo
y el cuerpo entero, si fuera necesario.
Hay a quien no le importa nada
nadar a contracorriente y jugarse, incluso, la vida
por quien se está ahogando.
Siempre hay alguien que es la voz del silencio,
la luz de la sombra, el dolor de la herida,
el lazarillo del ciego…
Me avergüenzo
porque no soy ese alguien.
(SANDRA SÁNCHEZ)
pa' una vez que estoy bien
déjame decirlo
déjame creer que estoy bien
sí, pa' una vez que estoy bien
que no me duele na'
que no me importa na'
que estoy bien
pa' una vez que estoy bien
déjame decirlo
(GATA CATTANA)
¿Qué crees tener que ya no hayas perdido?
(JOSEP M RODRÍGUEZ)
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