Ver una entrada al azar
Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado vuelva.
Miedo de que vuele el presente.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y a llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la letra de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y sentirme culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Eso ya lo dije.
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9 comentarios:
Pero tambien valor para saltar por encima del miedo
yo casi que prefiero enfrentarme a los miedos que saltarlos.
angel
¿ tienes miedo a dar la cara ?
angel
Lo mejor es que todo esto, si no se puede preveer, nos sorprenda...aunque suene raro.
angel
El pobre Ramón estaba como un cencerro: un caso típico de paranoia made in USA.
Si los astros hubiesen decidido que un mal día confluyeran un achuchón de la neura, una armería, el campanario de una iglesia anabaptista y, en la calle, el pacífico pueblo que va al market..., seguro que la matanza estaba servida.
Parece mentira, USA, tierra de supehéroes...
Lobezno
Pues hay que ver lo que da de sí el poema.
Lo mejor del miedo es que la mayoría de las veces se nos olvida que hay razón para tenerlo: para sentir miedo. De no ser por eso, ¿quién subiría a un coche, a un barco, a un avión...? (¿y si sufro un accidente?);
¿quién se casaría? (¿y si mi pareja me traiciona?);
¿quién tendría hijos? (¿y si nacen enfermos?, ¿y si después me matan a disgustos?...) Etc
Si supiéramos dónde nos metemos, nunca haríamos nada.
Que me perdone Emilia por dar un apretón más a la tuerca. Ya sé que este es un blog que le cuadraría mejor que se hablara sólo de poesía...
Pero es tal el asco que me produce lo que leo hoy sobre el comportamiento de Bono (y de su partido(a), que lo premia con aplausos) durante la última sesión del Congreso, que no puedo dejar de expresar aquí mi repulsa.
Este poema de Carver habla del miedo. Yo siento miedo retrospectivo y vergüenza porque un personaje de la entidad moral de Bono haya estado a punto de ser secretario general del PSOE.
Me da miedo pensar qué va a pasar (a no tardar) en este desgraciado país si el partido que dice (y así parecen confirmarlo sus muchos votos de la clase trabajadora) ser el depositario de los intereses populares resulta ser este espectro irreconocible, este aglomerado de detritus morales, esta cueva de oportunismo cobarde que es hoy el otrora prestigiado partido de Pablo Iglesias.
Ya sé que esto no es hablar de poesía. Pero me fastidiaría hacer las veces de spray ambientador, que no hace sino encubrir la pestilencia de la mierda..., y no sobra saber que se vive en un estercolero.
PD.-El problema no es Bono: lo es que lo apoya la "nomenclatura".
Los malos libros llegan solos a la casa del crítico; los buenos a menudo ha de salir a buscarlos.
(JLGM)
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