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lunes, 16 de diciembre de 2013

Mi padre anuda mi corbata (por Ray Bradbury)



Mi padre, no yo, anuda mi corbata.

Una noche hace tiempo, en junio,

yo hacía un intento:

Mi primera corbata revuelta sobre el chaleco,

las manos torpes,

cuando de pronto, entró en escena lo inesperado:

algo terrible está por suceder.

Mi padre se acercó en silencio

y me observó y se puso detrás de mí.

No mires, dijo.

Mantente alejado de los espejos.

Que tus dedos aprendan

cómo se hace.

Su enseñanza perdura. Lo que dijo era cierto.

Con los ojos cerrados,

gracias a su ayuda (arriba, vuelta y abajo)

no sé cómo surgió un nudo milagroso.

No tiene nada, dijo mi padre.

Ahora tú, hijo. No, con los ojos cerrados.

Y con una última, cariñosa y ciega observación

enseñó a mis dedos inútiles

el arte de tejer. Entonces, se marchó.

Bueno, hasta hoy, ¿como podría presumir de nudos?

Imposible.

Invoco a ese fantasma de dulce aroma a tabaco, que se marchó hace tiempo,

para que me ayude.

Y lo hace:

En mi cuello su aliento, la fragancia de su último cigarrillo.

La muerte no existe, pues ayer por la tarde

sus dedos fantasmales vinieron y me ayudaron a anudar y enlazar.

Si esto es verdad (¡lo es!), no morirá nunca.

Mi padre, no yo, anuda mi corbata.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

emocionante

Anónimo dijo...

Hola, qué tal. No sé si hago bien dirigirme a ti a través de este medio. Soy V. LIORDES, comentarista del blog de Antonio Muñoz Molina. Creo que me conoces.

Te quería dar las gracias por tus palabras del otro día en dicho blog de AMM. Me parecieron totalmente acertadas. Te contesté (con algún retraso, pues estuve todo el día fuera) al comentario en el que me mencionabas, pero mi contestación no salió publicada en el acto en dicho blog. Ha estado “pendiente de moderación” hasta hace unos minutos. Es algo que me sucede casi siempre en el blog de Molina, que se retrasa la publicación de mis comentarios durante varios días, y algunas veces ni siquiera se llegan a publicar, son directamente suprimidos. Me da igual, no me importa, pero sí quería que supieses que en su momento contesté a tus palabras, que no fui descortés o te ignoré. Al contrario, me llevé una gran satisfacción por el hecho de que me mencionases y de que encontrases acertado lo que yo decía. Generalmente suelo encontrarme con la oposición frontal a todo cuanto digo en dicho blog. No es fácil en estos tiempos de demagogia e incultura mantener una postura de ecuanimidad en defensa de lo que uno entiende que es lo verdadero.

Me da rabia que Muñoz Molina interfiera en la comunicación que hemos podido mantener entre nosotros posponiendo caprichosamente mi respuesta a tus acertadas palabras. Además esto ya ha ocurrido anteriormente. En dos o tres ocasiones me he dirigido a ti, pero creo no te has llegado ni a dar cuenta, ya que esos tardaron en publicarse uno, dos o más días, razón por la cual posiblemente te pasaron inadvertidos.

Todos mis comentarios son sometidos a moderación, todos, absolutamente, casi siempre hasta que es publicada una nueva entrada de blog (un nuevo “instante”) por parte de Muñoz Molina.

En fin, tonterías. Tampoco era gran cosa lo que tenía yo que decir. Lo importante es que sepas que te contesté en su momento, porque me gusta ser cortés y considerado con todo el mundo, con toda la gente.

Recibe un saludo de un amigo.

Sandra Suárez dijo...

Hola, V. Liordes. El comentario lo puse yo. Estoy segura de que AMM no censura ni modera personalmente comentarios. Sin duda hay un sistema automático que pone comentarios en moderación cuando detecta en ellos algunas palabras "problemáticas". Después, cuando puede, el administrador del blog (que, por lo que creo, no es AMM sino un conocido o colaborador de éste llamado Gotardo) publica definitivamente los comentarios cuando comprueba que no contienen insultos, vejaciones o descalificaciones personales.

Seguiremos en contacto.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Hola, Sandra, encantado de conocerte. Gracias por tu contestación.

Discúlpame que insista un poco en el tema, aunque sé que no es este el mejor lugar para ello.

A mí todos los días me hacen lo mismo. Si escribo hoy algo, dirigiéndome a ti, por ejemplo, el comentario no aparecerá hasta mañana, o quizá hasta pasado mañana. Eso lo que consigue es impedir la comunicación libre entre los participantes del blog, a capricho del moderador.

De hecho tengo escrito uno desde hace un rato, y está en moderación. Fue escrito a las 9:45 horas. Ya verás cómo hasta mañana o pasado no lo publicarán, lo cual si se piensa bien es una burla, pues el destinatario al que va dirigido ni se entera siquiera.

Es una forma de censura ideológica, es triste decirlo, pero es así. No hay ningún sistema informático que detecte palabras altisonantes ni nada por el estilo. Es una práctica sistemática, y se hace con mala fe, siento tener que decirlo.

En fin, no te doy más la lata con mis "tribulaciones blogueras". Al fin y al cabo todo esto sin tonterías intranscendentes. Hay cosas mucho más importantes que un blog, como por ejemplo la poesía, a la que dedicáis muchas horas y cariño en esta página. Me encanta la poesía, y mira, precisamente escribí ayer unos versos (una tontería), que se me ocurrieron a raíz del penúltimo "instante" de AMM, el que hablaba del progreso. Los escribí pensando en lo que se estaba comentando en ese "instante", con ánimo de escribir un comentario con ellos, pero finalmente me decidí por no hacerlo, y lo dejé inconcluso. Te los dejo aquí, si no tienes inconveniente. Gracias otra vez.

Quiero un crepúsculo en silencio,
cortado solo por el canto de los pájaros,
un instante inequívoco que anuncie
el fin del movimiento, del trabajo...

El hombre moderno vive esclavizado por el ruido, la velocidad, el vértigo del tiempo acelerado, extasiado en la ilusión de deseos y apetencias que no le son naturales, absorto en placeres y fantasías fílmicas e informáticas ajenas a su auténtica psique animal, incomunicado con su verdadera esencia, con su interioridad relajada y serena. El hombre moderno no sabe ya contemplar el mundo, no encuentra el momento de detenerse a disfrutar lo conseguido, de tranquilizarse en su voracidad infinita de recompensas psíquicas que mitiguen el dolor insoportable de no ser un Dios eterno... No sabe resolver sus problemas. No sabe ya ni detectarlos, ni analizarlos, ni encararlos.

No quiero recorrer ningún camino
que no conduzca a ti, ningún viaje,
no quiero descubrir placeres nuevos,
el tiempo se ha fugado en una máquina...

Círculo Cultural FARONI dijo...


El orgullo precede a la caída.

(proverbio danés)

TóTUM REVOLùTUM dijo...

A veces da la impresión de que lo único que progresa es el retroceso.

hAiKu dijo...

Cervantes nunca
escribe la palabra
"fotografía".

(CUQUI COVALEDA)

ORáKULO dijo...

La experiencia impulsa el futuro. La tradición lo frena.