un nuevo hueco o un silencio,
un espacio en un personal
archipiélago de islas.
Tenemos esa diferencia
a donde ir – en sí misma
una sucesión de posibilidades.
Pero hay otras pérdidas
tanto más allá de nuestro conocimiento
que dejan sólo agujeros
en los agujeros
como el fin de las
largas y solitarias vidas
de los náufragos
creídos muertos por error.
4 comentarios:
Una calle de París me recuerda todo aquello que perdí.
Recordamos más lo que perdemos que lo que nos encontramos.
Bien predica el ayunar quien acaba de almorzar.
Perder, perder... Lo peor fue aquel que perdió... un imperdible.
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