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lunes, 13 de agosto de 2018

Una carroña (por Charles Baudelaire)


Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,

con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,
como para cocerla en su punto,
y devolver ciento por uno a la gran Naturaleza
todo lo que en su momento había unido;

y el cielo miraba el espléndido esqueleto
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.

Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos andrajos vivientes.

Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante.
Se habría dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.

Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un cribador con movimiento rítmico
agita y voltea con su instrumento.

Las formas se borraban y no eran más que un sueño,
un esbozo tardío en aparecer
en la tela olvidada, y que el artista acaba
sólo de memoria.

Detrás de las rocas una perra inquieta
nos miraba con ojos enfadados,
espiando el momento de recuperar en el esqueleto
el trozo que había soltado.

Y, sin embargo, tú serás igual que esta basura,
que esta horrible infección,
¡estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,
tú, mi ángel y mi pasión!

¡Sí! así serás tú, oh reina de las gracias,
después de la extrema unción,
cuando vayas, bajo la hierba y las fértiles florescencias,
a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, oh belleza mía, di a los gusanos
que te comerán a besos
¡que he guardado la forma y la esencia divina
de mis amores corrompidos!


4 comentarios:

Pablo M dijo...

Las flores más bellas brotan sobre estiércol. Pero ellas mismas serán también estiércol cuando se marchiten.

Fuego de palabras dijo...

El alma es como cualquier materia:

¿por qué debería permanecer intacta, serle fiel a una sola forma,

cuando podría ser libre?



(LOUISE GLÜCK)

cajón desastre dijo...

El río le llega a la cintura al mar.

(MIGUEL HERNÁNDEZ)

hAiKu dijo...

Y tu mirada
se me clava en los ojos
como una espada.