una noche viniera con saquitos
de justicia y absurda fuera
la ensoñación del mal, si acaso
el lento amor de la tiniebla no
tendiera sábanas de muerte
en mi lecho y el desposorio
con la vida de afuera se
entrara a paz y salvación,
si no hubiera pobrezas que
callan en la alameda larga
y gritan como un hueso roto
de mí en mí, si la caballa
del reloj cesara y los caminos
se abrieran para la barca que todos
navegamos en aguas heridas
y el tiempo se acostara sin doler,
si
3 comentarios:
Hay un "entonces" para cada "si", pero no sabemos cómo sería.
Demasiado asco para seguir con esto; mi patria es otra cosa, nacionalista infeliz; me sueno los mocos con tu bandera de pacotilla, ahí donde estés. La revolución también es otra cosa; a su término, muy lejos, tal vez infinitamente lejos, hay una magnífica quema de banderas, una fogata de trapos manchados por todas las mentiras y la sangre de la historia de los chacales y los resentidos y los mediocres y los burócratas y los gorilas y los lacayos.
(CORTÁZAR)
Después partiste tu solo rostro
en dos perfiles:
uno para la distancia
y el otro para mi memoria.
Y te fuiste.
(YEHUDA AMIJAI)
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