sábado, 27 de agosto de 2016
Mi cara en el espejo (por Robert Lowell)
Al afeitarme veo, en su toda su extensión,
sólo por esta vez, mi cara en el espejo.
La miro de reojo como si se tratase
de un problema de carpintería...
Aunque la encuentro un poco más delgada,
es la cara de siempre,
con ojos acechantes al ritmo de mi mano..
Nunca tienen los días las suficientes horas...
Según estoy tumbado, confinado, anhelante,
monomaniaco,
celoso incluso de la intrusión más mínima
(me resulta imposible rechazar
la diminuta espina de algún cardo).
Incapaz de imitar la manera espontánea
con que exigen los niños sus respuestas.
Tan inflamable es para mí una piedra
como una cerilla de cartón.
La marea doméstica ha cesado;
y, tú también, inclinas la cabeza
sobre lo que has escrito
y corriges, a veces disgustado,
con cara inexpresiva, como los girasoles.
Tenemos suerte
de haber podido juntos realizar tantas cosas.
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5 comentarios:
El tipejo del espejo es raro de cojones.
No hay disfraz que pueda durante largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.
(LA ROCHEFOUCAULD)
Por no arreglar la gotera, se perdió la casa entera.
Consejo tardío, consejo baldío.
Casi nunca he encontrado un lugar o una cosa cuya primera visión no fuese para mí un recuerdo.
(LAMARTINE).
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