por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y de la compañía.
Un amor que no necesite regreso,
pero tampoco partida.
Un amor no sometido
a los fogonazos de ir y de volver,
de estar despiertos o dormidos,
de llamar o callar.
Un amor para estar juntos
o para no estarlo
pero también para todas las posiciones
intermedias.
Un amor como abrir los ojos.
Y quizá también como cerrarlos.
7 comentarios:
El amor es el hambre del corazón.
No frecuentaba
Johann Sebastian Bach
las discotecas.
(CUQUI COVALEDA)
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver.
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer.
Hay quien va a Roma a buscar lo que tiene en su portal.
El universo
¿qué es, sino una jaula
universal?
(RAFAEL BALDAYA)
Cierto día, creo que en el año 1 de la salvación,
dijo la sibila, ebria, y no de vino:
'Ay, qué mal van todas las cosas!
¡Ruina, ruina! ¡Jamás cayó tan bajo el mundo!
Roma descendió a ser puta y burdel.
¡El Cesar de Roma se degradó en bestia
y hasta Dios se hizo judio!
(NIETZSCHE)
Sigilosamente y durante la noche se movían
esos sentimientos.
Migraciones.
Como masas de nubes, como tormentas,
como mangas de langostas, como manadas de icebergs.
Cambios completos del paisaje.
Al despertar,
sitiado por sentimientos fuertemente armados,
el corazón
no sabía si esconderse
o enfrentarlos.
(ROBERT RIVAS)
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