miércoles, 24 de agosto de 2016
Un pobre instante (por Joan Margarit)
La muerte no es más que esto: el dormitorio,
la luminosa tarde en la ventana,
y este radiocasete en la mesita
-tan apagado como tu corazón-
con todas tus canciones cantadas para siempre.
Tu último suspiro sigue dentro de mí
todavía en suspenso: no dejo que termine.
¿Sabes cuál es, Joana, el próximo concierto?
¿Oyes cómo en el patio de la escuela
están jugando los niños?
¿Sabes, al acabar la tarde,
cómo será esta noche,
noche de primavera? Vendrá gente.
La casa encenderá todas sus luces.
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3 comentarios:
De roca inerte
se ha disfrazado el sapo...
para vivir.
(CUQUI COVALEDA)
No hay recuerdo más dulce que el de la alegría que hemos dado.
A todo puzle
debe faltarle al menos
alguna pieza.
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