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domingo, 1 de julio de 2012

Abdicando del aire (por Saiz de Marco)



lo que el silencio entierra en la negrura espesa

de las opacas voces

tragadas

absorbidas

que hacen la ruta inversa

desde fuera hasta dentro

boca

tráquea

pulmones



lo que el silencio acoge

en sonidos que nunca brotan de las gargantas



con dientes apretados

lenguas labios mandíbulas abdicando del aire



lo que el silencio cubre tras la resignación

el horror

la vergüenza

quizá incluso el perdón

de los que conocieron pero eligen callar



lo que el silencio guarda dentro del

“no hablo de eso

es mejor olvidarlo

mirar hacia delante”



lo que el silencio oculta entre las no palabras



lo que el silencio calla detrás de sus no gritos

8 comentarios:

Pepe Leches dijo...

Héroes del silencio.

Carlos Ortega dijo...

Soy profesor de lengua y literatura y me gusta empezar las clases leyendo un poema a mis alumnos. Durante este pasado curso he utilizado tu blog a menudo para escoger el poema del día.
Quería darte las gracias.
Seguiré leyéndo los poemas de tu blog y utilizándolos el curso que viene.

Feliz verano.

Un abrazo y una sonrisa.

Aitor Suárez dijo...

Gracias, Juan Carlos. Sólo decirte que este blog no es sólo mío, sino que se hace con muchas manos. Aparte de mí, que suelo firmar como "el bachiller Sansón Karrasko", están mi hermana Sandra, Emilia Alarcón (la fundadora del blog) y otras personas que prefieren no ser citadas por sus nombres pero a quienes puedes identificar por sus (curiosos) pseudónimos en muchos comentarios. Y en cierto modo también por quienes hacen las webs que visitamos habitualmente para seleccionar poemas. Un fuerte abrazo también para ti.

F. dijo...

Vaya, vaya..., así que el Bachiller es Aitor Suárez.
Cuando comencé a hacer mis mandados a este blog, hallé en la divina Emilia Alarcón la más acogedora de las respuestas; lástima que haya tomado los hábitos monacales y haya abandonado este piélago de desdichas; con la que está cayendo pienso que quizá haya sido una elección lúcida esa de recluirse en una celda y abrazar el voto del silencio (en los otros no entro) y huir de la quema. Además, con la escasez de vocaciones, no exigen extenuarse en preparar oposiciones para vestir la estameña y hacerle un corte de mangas al mondo cane. Si supiera la dirección de su cenobio le mandaría regularmente "Libération" y "Penthouse".
Sabía de un Aitor en la sombra, que llegué a imaginármelo como un escueto vascón, poco amigo de expansiones verbales y enemigo de celebrar los chascarrillos de la plebe. Lo pensaba de nariz aguileña, mentón robusto, arcos superciliares bien marcados y poblados por unas cejas bien hirsutas, el pensamiento embebido en el recuerdo de los bucólicos valles de Euskalerría...
Pues ahora resulta que el euskaldún de pocas palabras se torna -pienso- en el expansivo y lúdico bachiller Sansón Kharrastko, quizá meridional, moreno de verde luna, y contumaz perseguidor de caballeros andantes a quienes trata de enchiquerar entre las bardas de un corral manchego, lejos de los soñados adoquines de la Vía Balata y aún de los bucólicos senderos pastoriles.
Chócala querido Bachiller.

el bachiller Sansón Karrasko dijo...

Saludos, amigo F. Sin ti, sin tus comentarios, este blog no sería este blog.

Aldonza Lorenzo dijo...

Quien tiene arte, va a cualquier parte.

batiBURRILLO dijo...

Lo que posees termina poseyéndote.

Fuego de palabras dijo...

Lo que poseo parece mío,

pero soy poseído siempre por aquello que tengo.

La única propiedad incontestable debería ser el Yo,

y, sin embargo,

aquilatando bien,

¿dónde está el residuo absoluto,



aislado,



que no depende de nadie?





Pertenezco a una clase,



a un pueblo,



a una raza;



no consigo nunca evadirme,



haga lo que haga,



de unos límites que no han sido trazados por mí.



Cada idea es un eco,



cada acto un plagio.



Puedo arrojar a los hombres de mi presencia,



pero una gran parte de ellos seguirá viviendo,



invisible,



en mi soledad.





 (GIOVANNI PAPINI)