viernes, 27 de julio de 2012
La noche sufre y anhela el alba (por Cesare Pavese)
También la noche se te asemeja,
la noche remota que llora,
muda, en el corazón profundo,
y las estrellas pasan cansadas.
Una mejilla toca una mejilla.
Es un estremecimiento frío, alguien
se debate y te implora, solo,
perdido en ti, en tu fiebre.
La noche sufre y anhela el alba,
pobre corazón sobresaltado.
¡Oh rostro tapado, oscura angustia,
fiebre que entristece las estrellas,
hay quien, como tú, espera el alba
escudriñando tu rostro en silencio!
Estás tendida bajo la noche
como un cerrado horizonte muerto.
Pobre corazón sobresaltado,
en un tiempo lejano eras el alba.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Se dice que la hora más oscura es justamente aquella que precede a la salida del sol. Si es así, está bien esta comparación con la noche.
Lo que más me fastidia de morir es no poder contar luego en el diario un acontecimiento tan importante.
(J. L. GARCÍA MARTÍN)
La pruedencia y el amor no están hechos el uno para el otro.
Prudencia, amigo oráculo, prudencia.
Murallas quieren ponerme
para que yo no te vea.
Por el monte más espeso
abren mis ojos vereda.
El matrimonio es como el metro: los que están fuera quieren entrar y los que están dentro quieren salir.
Le dijo el tiempo al querer:
-Esa soberbia que tienes
yo te la castigaré.
Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.
(GRACIÁN)
Publicar un comentario