lunes, 2 de julio de 2012
En esto se había convertido (por Sharon Olds)
Pensé que sería escalonada,
con una pequeña cintura y un par de asas plateadas,
como un jarrón o un trofeo de tenis, pero sobre la mesa
yacía una caja cuadrada, suave, de aspecto
militar, los ángulos de acero inoxidable,
un envase apto para enterrar
basura radioactiva. La giré para ver su nombre,
esa etiqueta elegante como una marca
en un paquete de sal.
En esto se había convertido: dos o tres
kilos de huesos en una caja que yo alzaba
y mecía. Hay quien traga
carros enteros, pedazo a pedazo, pero
el pastor venía hacia mí, mi madrastra se acercaba,
yo sólo podía abrazarlo y mecerlo. No había sabido
dónde estaba exactamente, ni había sentido
su peso, desde que alcé su cabeza
tibia para sacarle el tubo de oxígeno
cuando murió. Ahora lo tenía de nuevo.
Pasaba mis dedos una y otra vez
por el acero inoxidable. Si alguien
nos ha dado la espalda, si alguien
no nos puede mirar,
sentir su solo peso se convierte en una bendición.
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7 comentarios:
Me parece que esas cenizas son sulfato de calcio. Al final quedamos reducidos a eso (pues química somos a fin de cuentas): a sulfato de calcio procedente de los huesos (las partes blandas se pudren, disuelven, desintegran). Parafraseando el soneto quevedesco, "polvo seré, mas polvo (sulfato de calcio) enamorado". (Pero no.)
Mira si soy buen gitano
que cinco reales te doy
de cuatro y medio que gano.
Campana de vil metal, por fuerza ha de sonar mal.
Dios hizo el mundo para alquilárnoslo, no para quedarse a vivir en él.
(LUIS PIEDRAHITA)
Lo que hoy vivimos como un drama mañana nos parecerá una nadería.
La verdad existe. Sólo la mentira es inventada.
(BRAQUE)
Melancolía.
Deshacer el belén.
Quitar el árbol.
(CUQUI COVALEDA)
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