Diste el silencio de la tierra,
la densa pulsación de un vino
que lamía la carne. Diste el ocre
ribazo que alimenta
esas brozas.
Sabíamos de las piedras
-de noche allí se posan los mochuelos-,
las diferentes copas y los modos
de estar, de ser ásperos, duros,
el olivo, el almendro, el algarrobo.
Para nosotros era el tiempo raudo,
más difícil la llama de la sangre;
pues yo creía ver
en el tostado rosa de la piel
los puntos
de arena aún,
la sal ya seca en finos
encajes, en el pelo aún mojado
de aquella agua del mar que en él olía;
yo allí creía ver algo más hondo
que un fácil cuerno de abundancia.
Oh ribazo clemente, entonces vino
tu cuerpo, vino tu sustancia,
tu hondura, tu volteo
en la luz, en las nubes y la broza.
Vino entonces el acto de las ropas,
tosco, el tanteo de los frutos
que a las manos prendían en sus cepos.
Y nosotros sabíamos, no obstante.
que estábamos perdidos,
hundidos en la tibia madriguera,
en el vergel viscoso de un instante.
Allí, prietos, como un canto rodado
en el lecho del río; allí, entregados,
mas sin perder la aguja que te punza
la frente. Y, por eso mismo,
serios, humanos, con la vida cierta,
verdadera, en sus límites tenaces.
Aquí había de ser la salvación
o no sería nunca.
No, no lo sería.
Así había que ser, amargos
como el baladre en medio de la rambla;
ásperos, duros, como la carrasca;
simples, intensos, sin quererlo ser ,
como el tomillo; sabedores mudos,
como la roca, como el cielo raso,
que allí están y allí insisten y allí esperan.
7 comentarios:
Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños,
yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad aquella
en que vivir es soñar.
(UNAMUNO)
CHIRIGOTA DE CÁDIZ
Reyes, qué vais a traer a este chavalito.
No quiero engañarte, picha
pero mas bien te diría
que otra vez vienen cortitos.
Este año la playstation tampoco te llega
cuando te levantes no te enfades
si en lugar de eso te encuentras
el cocodrilo sacamuelas
Cuando llegue el seis de enero
se repetirá la historia
pa' los niños cacharritos y pa' los más mayorcitos
pijamitas y colonia
Si supieras que Melchor
pa' ponerte su regalo
trabaja de sol a sol
pa' un cacique adinerado
Si supieras que Gaspar
por cumplir lo que tú sueñas
limpia ademas de la suya
no sé cuantas casapuertas
y el viejito Baltasar
pa' dejar lo que ha dejao'
lleva to'l año arañando
su paga de jubilao'
puede ser que ahora comprendas
aquello que te contaron
ya ves: los reyes existen
y son verdaderos magos.
Yo no tengo riquezas
pero te quiero,
y mi cariño vale
más que el dinero.
Van tus demonios
-¡pero también tus ángeles!-
siempre contigo.
(CUQUI COVALEDA)
De andar y andar
buscando verdades
para encontrar
siempre otra pregunta,
ir y venir
y no llegar nunca.
(SERRAT)
Sólo tengo dos lunares:
el uno junto a la boca
y el otro donde tú sabes.
TERESIÑA , qué picarona !!!
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