por sus madres a date-prisa-lávate-las-manos
cariño-la-cena-se-enfría-espera-a-que-venga-tu-padre
y sólo los chicos lentos permanecen en el jardín, trazando
senderos entre las luciérnagas, haciendo ruiditos con la boca, oh,
ese resplandor, y se apaga y se enciende. Y sus lentas madres parpadean
pálidas en el crepúsculo, mirándolos girar en el aire suave, mirándolos
dar vueltas, los brazos abiertos y extendidos, mientras piensan Este es mi hijo,
¿Dónde está su cena? ¿Adónde ha ido su padre?
4 comentarios:
Los hijos que se fueron, los que nunca vinieron (¿qué serían?, ¿cómo serían?) Los que no son sino su hueco, los que no están salvo en su ausencia.
El inodoro
a todos nos iguala
como la muerte.
El yo es siempre una instancia inauténtica. Opera a fin de ocultar una perturbadora desunión.
(LACAN)
¿Qué hiciste en tu vida?
Caer y levantarme.
Aprender a curar rodillas magulladas.
Echar remiendos en los desgarros.
Inventar menús para los que tenían hambre.
Caer y levantarme.
Escuchar los gritos silenciosos del miedo.
Hacer hueco para que cupieran todos.
Sumar y multiplicar la alegría de diario.
Restar y dividir la angustia y la tristura.
Abrir puertas.
Caer y mirar desde ahí.
Caer y levantarme.
(BEGOÑA ABAD)
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