Trata de acabar ya
con las provocaciones y las estadísticas de ventas,
los desayunos dominicales y los hornos de incineración,
de acabar con los desfiles de modas y los horóscopos,
los desfiles militares, los concursos de arquitectura
y las tres hileras de luces de tráfico.
Déjalo ya y acaba
con los preparativos para la fiesta y las quinielas
de ocho variantes,
familias del índice de consumo y análisis de mercadotecnia
porque es tarde,
es demasiado tarde,
acaba ya y vuelve a casa
al silencio de después
que te recibe como una inyección de sangre caliente en la frente
y como los truenos en camino
y como el tañido de potentes campanas
que hacen temblar al tímpano
porque las palabras ya no existen,
ya no hay más palabras,
desde ahora todo hablará
con las voces de piedras y árboles.
El silencio que vive en la hierba
en la parte inferior de cada brizna
y en los espacios azules entre las piedras.
El silencio
que sigue a los disparos y al gorjeo de las aves.
El silencio
que cubre al muerto con una manta
y espera en la escalera a que todos se hayan ido.
El silencio
que se posa en tus manos como un pájaro,
tu único amigo.
3 comentarios:
Apago la luz y la oscuridad, paciente y acogedora, maternalmente me recibe.
Las hondas causas,
los porqués sumergidos
nadie los sabe.
(RAFAEL BALDAYA)
En el cielo manda Dios,
en el infierno el que puede
y en este mundo, señores,
el que más dinero tiene.
Publicar un comentario