martes, 29 de mayo de 2012
Cuando la luz se agrieta (por Roberto Juarroz)
El amor empieza cuando se rompen
los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje
cuando ya no hace falta pero tampoco
sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o
alta,
se agacha hasta la sangre.
El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier
parte.
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un
muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.
Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.
los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje
cuando ya no hace falta pero tampoco
sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o
alta,
se agacha hasta la sangre.
El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier
parte.
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un
muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.
Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.
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8 comentarios:
Este sí que sabía ganarle partidos al lenguaje. Juarroz 1 - Lenguaje 0.
Tragicomedia: No estoy de acuerdo. La poesía no es una victoria del poeta sobre el lenguaje, sino una victoria del lenguaje sobre sí mismo. El poeta es simplemente un medio o instrumento del que el lenguaje se sirve.
He hecho esta carta más larga de lo habitual porque no tengo tiempo para hacerla más corta.
(PASCAL)
Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.
(CHEJOV)
En cosas del arte Chejov era un burro: ha quedado en evidencia con esta coz suya, que nos brinda el mozo de las toallas del puticlú.
la gente debería poderse evaporar
cuando quisiera
no andar dejando por ahí
recuerdos pedazos carcasas
gotas de sangre calaveras esqueletos
y esos aprietos del corazón
que no me dejan dormir
(PAULO LEMINSKI)
Nadie conoce bien el verdadero orden de importancia que, en lo profundo de sí mismo, asigna a cada cosa.
Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será.
(UNAMUNO)
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