miércoles, 9 de mayo de 2012
Libertad (por Paul Éluard)
Libertad
Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve
Escribo tu nombre
Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre
Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre
Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre
Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre
Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre
Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre
Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre
Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre
Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre
Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre
Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre
Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre
Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre
Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre
Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre
Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre
Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre
Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarte
Libertad
Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve
Escribo tu nombre
Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre
Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre
Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre
Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre
Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre
Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre
Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre
Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre
Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre
Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre
Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre
Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre
Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre
Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre
Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre
Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre
Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre
Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarte
Libertad
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11 comentarios:
Soy el que se ha quejado varias veces de que pongáis todos los versos con mayúscula inicial. No obstante en este caso debo reconocer que probalblemente el autor lo quiso así. (Buen poema, por cierto) Asi que esta vez os doy voto de confianza y no me quejo. Pero p. f. que no sirva de precedente.
Los que disfrutamos de libertad no podemos valorarla en su medida. Ahora en Grecia una panda de gamberretes ha creado un partido neonazi que ha sacado veintitantos parlamentarios. Sin duda les vendría bien una temporadita en el Chile de los tiempos de Pinochet, o en la actual Corea del Norte, para enterarse de qué va la vaina.
Nuestra vida entera no es más que una representación teatral en la luz del sol, la única comedia o tragedia que es al mismo tiempo teatro y verdad.
(JUAN RAMÓN JIMÉNEZ)
Me gusta como empieza 3 veces con" sobre" y luego 1 "escribo" y lo va repitiendo, se ve que era un gran poeta y que lo hacia bonito, algo más importante que el mensaje .
En todos los países hay " neonazis " ( un eufemismo, ya que el nazismo es otra cosa ) . Lo preocupante es lo mal que van los bipartidismos y la corrupción que no cede, el " rollo" de que miremos a Grecia para consolarnos de nuestro mal es una estrategia que no cuela, pero cada cual cree lo que le interesa creer y la información que se nos da a los ciudadanos es ambigua y falsa ya que el periodismo que se hace es de pandereta y lacayo del poder. Todo, todo se hace mal en España . No estamos en situación de dar consejos a ningún pais, tampoco nadie está interesado en lo que podamos aportarles.
El hecho de que las razas fuertes del norte de Europa no repudiaran ese dios cristiano dice poco de su don religioso, por no hablar de su gusto. Deberían haber sido capaces de terminar con tan moribundo y decrépito engendro de la decadencia. Una maldición pesa sobre ellas por no librarse de él. Acogieron en sus instintos la enfermedad, la decrepitud y la contradicción, y desde entonces no han logrado crear otros dioses. ¡En casi 2.000 años ni un solo dios nuevo| En cambio, todavía existe, como si fuera un derecho intrínseco, como un últimum y un máximum del poder para crear dioses, del "creator spiritus" en el hombre, este lamentable dios del monoteísmo cristiano. Esta híbrida creación de decadencia, compuesta de cero, concepto de contradicción, en la que todos los instintos de decadencia, todas las cobardías y cansancios del alma encuentran su sanción. (NIETZSCHE)
Tengo que vivir cantando
aunque llorando nací;
que las penas de este mundo
no sean todas para mí.
Abre la boca, que te va la sopa.
Para tomarlo
o para no tomarlo,
este desvío.
(RAFAEL BALDAYA)
Oyendo la voz de un niño,
pensé arrancarme los ojos,
tomarle de lazarillo.
(MACHADO)
La destrucción del egoísmo es la felicidad suprema.
(SIDDARTHA GAUTAMA BUDA)
Empezar todos los versos por mayúscula es asesinar la poesia.
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