Visitar a mi madre es como actuar en una obra de Beckett.
Tienes la sensación de atravesar la corteza,
la densa oscuridad oh no del pequeño cuarto
con paredes tan estrechas y predecibles.
Un tintineo y el súbito esfumarse de juguetes que pertenecen a la memoria
y sin querer reaparecen perdidos y asfixiados
en la página del dolor.
Muy mal
responde cuando pregunto,
a pesar del (¿era abril?) brillo alegre que roza sus ojos,
«salimos a remar por el lago Como»
se escurre apenas de sus labios.
Nuestro amor, esa chispa de fuego en la locura,
envuelve el cuarto
azotándolo todo
y se esconde otra vez.
4 comentarios:
Verano, luna...
Por medio de los grillos
canta la noche.
(CUQUI COVALEDA)
Fidelidad no es guardar las cenizas, sino mantener encendida la llama.
Haciendo se aprende a hacer.
¿Me contradigo? Muy bien, pues me contradigo. Soy grande, contengo multitudes.
(WHITMAN)
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