Ésta es la nostalgia: habitar en la onda
y no tener patria en el tiempo.
Y éstos son los deseos: suaves diálogos
de las horas diarias con la eternidad.
Y eso es la vida. Hasta que un ayer
haga aflorar la hora más solitaria,
la que sonriendo, distinta a sus hermanas,
guarde silencio delante de lo eterno.
4 comentarios:
En el tiempo no tenemos patria ni residencia. A lo sumo tenemos un albergue o motel donde pasar la noche.
El mudar y el mejorar, no siempre van a la par.
No hay un pasado al que desear volver.
Sierra Morena.
¿Las hojas de qué árbol
son las más verdes?
(CUQUI COVALEDA)
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