Un viento vino como un toque de corneta
temblaba por las hierbas
y un verde escalofrío atravesó
el calor, tan siniestro
que atrancamos las puertas y ventanas
como huyendo de espectros de esmeralda
La eléctrica serpiente de la fatalidad
pasó ese mismo instante
sobre una extraña turba de jadeantes árboles
y volaron las vallas
y los ríos junto a las casas
miraron a los vivos — ese día —
La campana en su exaltada torre
pregonó por el aire las noticias
Es tanto lo que puede llegar
y tanto lo que puede irse,
y aun así el mundo continúa
6 comentarios:
La vida es muy larga y a la vez muy corta. Vidas las nuestras que brillan (de sol y grana), y bajo el cielo azul vuelan para después temblar súbitamente y quebrarse. Como pompas o burbujas que se fracturan y rompen. Pero no hay gran problema: el niño o Niño, en su inocente juego, sigue fabricándolas (fabricándonos).
Llegará un día en que nada de nosotros, nada de lo nuestro, tendrá explicación.
Cuando la pasión acaba, se nos aparece todo lo que no dejaba ver.
Cuando me muera,
nación, género o raza
no tendré ya.
(RAFAEL BALDAYA)
Hasta a morir hay que aprender.
Nadie empezó a comer con la segunda cucharada.
(proverbio afgano)
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