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jueves, 8 de septiembre de 2011

Esa sombra será la mía (por Alejandro Zambra)

Observo una de las cuatro paredes
Cuando alce una mano
esa sombra será mi sombra
Hace dos horas es tarde
También es tarde en la pared.

Tomo la posición de un cuerpo cansado
Decido que el viento golpea intensamente en la ventana
Decido la situación de mis ojos
Pienso en una fotografía
En la mesa hay un vaso con agua hasta la mitad
Beberlo es lo único que está pendiente.

Observo una de las cuatro paredes
Cuando pienso, esa sombra es sólo una sombra
con bordes exactos e inevitables
una imagen parecida a un cuerpo
Hace dos horas llegué a este cuarto
Al cerrar la puerta sentí el ruido
que hace algo al destruirse
Quizás era la última nuez
o una fotografía difícil
o los restos de un espejo.
Si abriera la puerta no miraría hacia el suelo.
Para qué.

Observo una de las cuatro paredes
Propongo las orillas de mi sombra
Mi sombra se refiere a la pared
Todo se refiere a la pared
En la pared es tarde
Hace dos horas el viento insiste contra la ventana
Traspaso papeles de una caja a otra
No son recuerdos, son fragmentos
que anticiparon esta hora equívoca.

Miro una fotografía
La oculto en un libro
Si alguien lo abriera
pensaría que marqué la página
en que dejé de leer
o que quise recordar ese poema,
este poema.

Puedo asegurar que no es así.
No es así.

No necesito mirar mis manos
Sé que las tengo cerradas
Miro, en cambio, hacia el lugar
donde está la mesa
Veo el vaso y no veo el agua
Veo el agua y no veo el vaso
Es como si pudiera jugar con las palabras.

Observo una de las cuatro paredes
Si alzo una mano esa sombra será la mía
Si hago el menor movimiento
ocurrirá la sombra de alguien
que toma un vaso de agua
y piensa en sí mismo
como en un extraño.

11 comentarios:

Pentapolin del Arremangado Brazo dijo...

Me sugiere que todo es raro, que uno mismo es una extrañeza, que nadie conoce nada ni nadie... Me habla de la insólita, increíble rareza de lo más normal y natural.

Anónimo dijo...

Si: lo insolitamente cotidiano. Lo extraÑamente comun, corriente y normal.

Alonso Aranas, (F. pa los amigos) dijo...

Pero Penta, si está clarísimo: Zambra ingresó resién (hace dos horas) en el Clínico San Borja-Arriarán, (Santa Rosa 1234), de la capital santiaguera.
Lo operan mañana a las 8,30 a.m., y está algo nervioso, pese al clordiazepóxido (5 mg.) que le administró hace media hora una enfermera -malcarada- del turno de noche.
Sabe que no lo ve nadie y hace esas cosas absurdas que solemos hacer en situaciones semejantes: una mueca feísima ante el espejo del baño y -ya acostado- sombras chinescas sobre la pared a sus pies.
Trata de leer pero no se concentra (mañana, a las 8,30, a las 8,30, a las 8,30...). Marca página con una de las fotos que tiene desplegadas sobre la colcha. Repara en el vaso amediado de agua. Abren bruscamente la puerta y la onda hace que el horizonte acuoso oscile dentro del vaso. Le toman la presión arterial y la temperatura. No consigue pegar ojo en toda la noche.
A las 8,15 a.m., lo bajan al quirófano, que está dos plantas más abajo.
Cuando despierta de la anestesia, ya en su cama de la planta doce, lo primero que capta su mirada turbia, sobre la mesita, a contraluz..., es el vaso amediado de agua.
Viene una enfermera -esta rubia y pizpireta- y, le hace tomar una cápsula negra con pintitas amarillas. Bebe el agua del vaso.
Ciclo cerrado, asunto concluido, colorín colorado.


PD.- Las cosas son más prosaicas de lo que parecen: incluso cuando se trata de poetas.

Pentapolin del Arremangado Brazo dijo...

Pues seÑor Alonso, asi bien mirado y una vez releido el poema, es muy posible que a vuesa merced le asista la razon.

Don Alonso in love. dijo...

Héteme aquí que tal paresce que me hallo entre gentes viejas conocidas de aqueste caballero andante. Tópome con el rey de los garamantas, Pentapolín del Arremangado Brazo; con el pérfido bachiller que, en su porfía porque retorne a mi villorrio , muda cuándo en Caballero de los Espejos, cuándo en Caballero de la Blanca Luna -este con mejor fortuna en sus artimañas-.
Mas tengo una duda que aquí expongo: ¿acaso Aitor es, por desventura, el vizcaíno que me cercenó media oreja en singular combate, cuando hube de porfiar porque liberaran a la dama que llevaban prisionera?
Si aquestas mis intuiciones se vieran cumplidas, y fuese este blog especie de rebotica, figón de encuentro de curas, barberos y zánganos bachilleres, bien le cuadraba mudar de nombre y pasar a llamarse: Bálsamo de Fierabrás (pa las heridas del alma).
Queden con Dios vuesas mercedes.

PS.- Pues mi señora Dulcinea, voló.

bachiller Sansón Karrasko dijo...

No nos deje solos, don Alonso. Recuerde lo desconsolado que quedó el pobre Sancho cuando fuese vuesa merced al otro mundo. Siga viniendo, don Alonso, a este nuestro batiburrillo poético.

Aldonza Lorenzo dijo...

Hágase el milagro, y hágalo el diablo.

tERESA pANZA dijo...

Quien come lentejas no las masca todas.

tERESA pANZA dijo...


Saberte los refranes, poco cuesta y mucho vale.

hAiKu dijo...

Adolf, Benito:
Con Internet lo habríais
tenido crudo.

Círculo Cultural FARONI dijo...

No todo el que sabe ir sabe volver.

(proverbio belga)