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martes, 20 de septiembre de 2011

Preguntas de un obrero ante un libro (por Bertolt Brecht)

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a contruir otras tantas?¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él sólo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II ganó la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la ganó, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién paga sus gastos?

10 comentarios:

Pentapolín del Arremangado Brazo dijo...

Cuando estuve en Egipto y vi las pirámides pensé en toda esa gente, probablemente esclavos, que se habían dejado allí su vida y su salud..., arrastrando y cargando piedras, total para hacerles una mansión bien grande a los faraones para que siguieran gozándola por toda la eternidad. Y mientras tanto, ellos, los esclavos a joderse y escupir sangre...también durante la eternidad entera. Pirámides: cuánta belleza y grandiosidad, sí, pero también cuánto asco.

Anónimo dijo...

Las grandezas se componen de miserias

Don Alonso prefiere las de vaqueros. dijo...

Pluga a Dios, maese Penta, que vuesa merced no se halle aquejado de encantamiento o de mal de ojo alguno, que suele acontecer que gentes de vuestra alcurnia, doctos clérigos y incluso las Regias Majestades (vos lo sois, mas de ínsula asaz pequeña), resultan víctimas de un morbo que afecta al celebro, por culpa de magos y nigromantes que maquinan en un valle de la California, cabe la misión que los padres franciscanos tienen en el valle de San Diego.
Pues ha llegado a mí un pergamino que habla del poder de sugestión que aquellas máquinas infernales tienen para ofuscar el recto entendimiento de las gentes crédulas y desprevenidas de esta orilla de la Mar Océana . De manera que hacen creer a los así hechizados las pamemas y los dislates que sean menester para lograr sus perversos designios.
Y se empecinan en tergiversar las crónicas y la Historia que nos viene de Grecia a esta parte. Y así presentan a Roma, a Egipto y a la Arabia, como pueblos bárbaros y despiadados, que se complacen en atormentar a los esclavos y en masacrar a los pacíficos pueblos vecinos.
Y es el caso que toda la anterior retórica (ruego a vuesa merced sepa disculpar el nefando vicio de que soy reo), viene porque sostenéis que las pirámides de Egipto fueron erigidas por esclavos, martirizados con el cruel látigo, escuálidos de hambre y con harta frecuencia aplastados por las piedras colosales.
Pues he de decir a vuesa merced que tal planteamiento -sin duda lo sostenéis porque sois unas de las víctimas inconscientes del artilugio infernal que aquí denuncio- es falso de toda falsedad: los canteros, picapedreros, maestros de obra, albañiles y demás menestrales, eran hombres libres que percibían su estipendio.
Porque sólo a las mentes obtusas o malignas en intención cuadra como lógico que, quienes han de laborar con eficiencia y primor en la factura, estén depauperados por el hambre, adoloridos por el flagelo inmisericorde, y carentes de la presencia de ánimo que conviene a quienes han de lograr tamaña empresa.
O sea: no han de creerse a pies juntillas las historietas que vienen de los putos anglosajones.

Quede con Dios vuesa merced.
Y ojo con el trampantojo.

bachiller Sansón Karrasko dijo...

Puede ser, don Alonso, que así sucediera, o puede ser que no.

Los egipcios sabían de esclavizar gente, si hemos de creer lo que dicen el Génesis, el Levítico, el Éxodo e incluso el Deuteronomio (me los dio a leer nuestro común amigo el cura, ése que quemó sus libros de caballerías después de que tales lecturas sorbiéranle el seso).

Puede ser que quienes erigieron las pirámides tuvieran contrato de trabajo, vacaciones pagadas, convenio colectivo e incluso alta en Seguridad Social. Pero ¿qué me dice, por ejemplo, de los que levantaron el Taj Mahal o la Muralla China?

En relación con esta última háblase de 400.000 personas laborando en la construcción durante el reinado de Qin Shi Huanti y sus descendientes. No obstante, la Gran Muralla siguió creciendo durante mas de 1500 años, con distintos materiales y características dependiendo de la región. Los gobernantes de la dinastía Han, siguieron conservando y alargando la muralla. Su construcción cesó definitivamente en el siglo XVII durante el predominio de la dinastía Ming, al parecer utilizando esclavos y reclutas como mano de obra. En los primeros relatos de quienes visitaron el lugar se habla de lo cruel y despiadado del trato a los esclavos. Se decía que, si quedaba un hueco por donde pudiera pasar un clavo, sus cabezas rodaban por el suelo frente a todos los demás para que así estuvieran advertidos.

Documéntese, mi señor don Alonso, sobre todos estos detalles tan feos y truculentos. Como decía otro anónimo comunicante, la grandeza se compone básicamente de miseria.

F., que sale por su colega don Alonso. dijo...

Estimado Karrasko, tienes mucha razón en lo que dices, pero mi colega, el caballero de la bacía en la cabeza (no se confunda con la cabeza vacía), sabe de qué habla.
Recientes excavaciones han puesto al descubierto numerosos enterramientos de obreros que trabajaban en la construcción de las Pirámides. Sus restos hablaban de un buen estado físico y habían sido sepultados con ajuar y alimentos en torno suyo. Ni que decir tiene que semejantes miramientos no se tenían con los esclavos.
Lo que no es óbice para que la esclavitud y los trabajos forzados hayan sido moneda corriente en la antigüedad, a la hora de realizar las imponentes obras.
A qué extrañarse, si hace tan sólo unas décadas, en las afueras de Madrid, un dictador hipogenital hizo construir un aberrante mausoleo para sí, coronado con un gigantesco símbolo fálico (ese que a él le renqueaba), con cruceta a la altura del prepucio.
Y lo más terrible es que empleó mano de obra esclava... ¿Qué otro nombre ha de darse a quien es inocente, y que sólo la maldad triunfante ve en él a un enemigo a castigar, hasta la muerte si es preciso?
Hambrientos, enfermos, golpeados, millares de republicanos perecieron en la pirámide del ridículo -pero malvado- faraón ferrolano.
¿A mí me vas a convencer de que la Historia se levanta sobre montañas de asesinados?

Saludos, Karrasko. Y eskerrik asko.

Anónimo dijo...

Le damos pues la razon al amigo Bertolt Brecht. Y fuera la elefantiasis, el faraonismo y la megalomania. recht. Y fuera la elefantiasis, el faraonismo y la megalomania.

Anónimo dijo...

Este e-phone escribe como le da la gana. escribe como le da la gana.

Al dijo...

Mirad si hay eco en el sótano desde donde escribís.

casa de citas dijo...

Quizá estamos hechos en igual medida de lo que fue y de lo que pudo ser.

(JAVIER MARÍAS)

Cide Hamete Benengeli dijo...

Cuando yo te vi venir
le dije a mi corazón:
-¡Qué bonita piedrecita
para dar un tropezón!