zUmO dE pOeSíA

zUmO dE pOeSíA
de todos los colores, de todos los sabores

ALEATORIUM: Saca un poema de nuestro almacén

Ver una entrada al azar

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Fuerza desconocida (por Vicente Aleixandre)

Todo tú, fuerza desconocida que jamás te explicas.
Fuerza que a veces tentamos por un cabo del amor.
Allí tocamos un nudo. Tanto así es tentar un cuerpo,
un alma, y rodearla y decir: “Aquí está” y repasamos despaciosamente,
morosamente, complacidamente, los accidentes de una verdad que únicamente por ellos se nos denuncia.
Y aquí está la cabeza, y aquí el pecho, y aquí el talle y su huída,
y el engolfamiento repentino y la fuga, las dos largas piernas dulces que parecen infinitamente fluir, acallarse.
Y estrechamos un momento el bulto vivo.
Y hemos reconocido entonces la verdad en nuestros brazos, el cuerpo querido, el alma escuchada,
el alma avariciosamente aspirada.
¿Dónde la fuerza entonces del amor? ¿Dónde la réplica que nos diese un Dios respondiente,
un Dios que no se nos negase y que no se limitase a arrojarnos un cuerpo, un alma que por él nos acallase?
Lo mismo que un perro con el mendrugo en la boca calla y se obstina,
así nosotros, encarnizados con el duro resplandor, absorbidos
estrechamos aquello que una mano arrojara.
Pero ¿dónde tú, mano sola que haría
el don supremo de suavidad con tu piel infinita,
con tu sola verdad, única caricia que, en el jadeo, sin términos nos callase?
Alzamos unos ojos casi moribundos. Mendrugos,
panes, azotes, cólera, vida, muerte:
todo lo derramas como una compasión que nos dieras,
como una sombra que nos lanzaras, y entre los dientes nos brilla
un eco de un resplandor, el eco de un eco de un eco del resplandor,
y comemos.
Comemos sombra, y devoramos el sueño o su sombra, y callamos.
Y hasta admiramos: cantamos. El amor es su nombre.
Pero luego los grandes ojos húmedos se levantan. La mano
no está. Ni el roce
de un vestido se escucha.
Sólo el largo gemido, o el silencio apresado.
El silencio que sólo nos acompaña
cuando, en los dientes la sombra desvanecida,
famélicamente de nuevo echamos a andar.

8 comentarios:

mario recamier dijo...

me fascina este blog ,lo que en el esta escrito ,muy original todo ,es un placer pasar por estas letras. http://deunpoetadiario.blogspot.com/

Círculo Cultural FARONI dijo...


El médico listo nunca se trata a sí mismo.

proverbio chino)

casa de citas dijo...


Aprender
de los estorninos
la alegría de volar juntos.

(JORGE RIECHMANN)

Cide Hamete Benengeli dijo...


Para olvidar amores
no hay más remedio
que nuevo amor o mucha
tierra por medio.

Círculo Cultural FARONI dijo...

A falta de brazos, el elefante usa la nariz.

(proverbio bosquimano)

Cide Hamete Benengeli dijo...

Marinero, marinero,
dime si en verdad tú sabes
que en el fondo de los mares
hay algún color más negro
que el color de mis pesares.

hAiKu dijo...


En el Sahara
pingüinos. Dromedarios
sobre la Antártida.

(CUQUI COVALEDA)

cajón desastre dijo...


Cada dos años habría que cambiar de pareja, cada cinco de trabajo y cada diez de nombre.

(GARCÍA MARTÍN)