Cuántas veces quise
desear lo que no deseo,
amar lo que no amo,
creer en lo que no creo,
sentir lo que no siento,
apreciar lo que no aprecio,
gustar de lo que no gusto…
Y también lo contrario:
no desear lo que deseo,
no rechazar lo que rechazo,
no sentir lo que siento,
no…, no …, no…
Cuántas veces quise
mandar en mis creencias,
mis pasiones,
mis miedos…:
reinar en mi entresijo.
Cuántas veces quise
ser otro en lo profundo
-no tan sólo hacia el borde-;
ser en el centro otro
-y no sólo por fuera-;
ser otro enteramente
-no un retoque o una pátina-
como un yo trasplantado.
Cuántas veces quise
¡cuántas!
del todo reemplazarme:
no el que soy, sino otro;
ser distinto de mí…
pero algo resistente,
vigoroso,
obstinado -como un muro por dentro-,
algo con más poder
me lo impidió.
10 comentarios:
Se trata de cambiar sin dejar de ser uno mismo. Hay una versión mejor dentro de cada uno de nosotros, y el reto es sacarla: hacerla aflorar.
Toda revolución degenera en burocracia.
Nunca he conocido a un seductor, sólo a mentirosos.
(ARRABAL)
Témele a un abogado más que a un dolor de costado.
Eres tambien lo que haces para no ser como eres.
No hay (por ahora) transplantes de alma.
Abogado: individuo de cuidado.
Cuando pasas por mi lado
sin tenderme una mirada,
¿no te acuerdas de mí nada,
o te acuerdas demasiado?
Genial PESSOA.
Exquisito poema
Publicar un comentario