Busco piedras lisas
para vos en la orilla del lago,
las busco con la vista
y estiro la mano hasta alcanzarlas
a través de la distancia
engañosa del agua.
De a ratos parece
que voy a descubrir el secreto
de la erosión y el moldeado:
las que necesito son verdes o esas
rojas que fueron ladrillos
o estas blancas de arcilla porosa,
piedritas iguales
a las que había cerca de casa.
Aparecen solas,
simples en su cama de arena
o en un montón variado, el borde
trabado bajo una roca grande.
A veces una lleva a otra, el color
empieza a repetirse
y no puedo detenerme
si no las alzo a todas, hago
movimientos rápidos
porque los dedos no toleran
la temperatura del agua,
pero sólo cuando la giro al sol
puedo saber si ésta
que brilla en mi palma
es la que buscaba,
una piedra tan lisa, tan plana
que pueda volar
desde tu mano chiquita,
rebotar una, dos, cinco veces
y volver a perderse
6 comentarios:
Un poema bello, casi Zen.
Para reflexionar...
Me ha gustado mucho.
Un beso
Ana
Gracias, Ana. Y feliz 2017 para ti.
Barco en varadero no gana dinero.
Cuando toma cuerpo el diablo, se disfraza de abogado.
Males que no tienes, cuéntalos por bienes.
Entre los naranjales ya no está Joselito,
ni por los olivares va Fernando de Herrera. Vagan por la otra orilla, ¿no los ves?, a caballo. Por ellos fue lejana y cruel Andalucía.
(AQUILINO DUQUE)
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