¿Para venir a este mundo
en qué otro mundo habrás muerto,
hijo? ¿Qué voces te arrastran
y quién te echará de menos
allí, donde nadie sabe
que estás aquí y eres nuestro?
¿Cuántos días, cuántas noches
vivirás, mi dios pequeño,
junto a nosotros, oculto
y reclamado por ellos?
3 comentarios:
Nada recordamos de la pre-vida. Justo por eso creo que no se debía estar mal allí. Espero que en la post-muerte tampoco.
Aceituneros del pío-pío,
¿cuánta aceituna habéis cogido?
-Cuatro fanegas, y el culo frío.
Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
(DICKENS)
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