Después, donde es visible el jardín
a través del portón de reja adecuada,
pon las flores que sean más risueñas,
para que te conozcan sólo así.
Donde nadie lo vea no pongas nada.
Haz macizos como los que otros tienen
donde las miradas puedan entrever
tu jardín tal como vas a mostrárselo.
Pero donde es tuyo, y nunca lo ve nadie,
deja que crezcan las flores que vienen del suelo
y que nadie que vea y mire pueda
saber de ti más de lo que sabe un jardín
-un jardín mostrable y reservado,
por detrás del cual la flor nativa roza
la hierba tan pobre que ni tú la ves…-.
3 comentarios:
Sin hacer ruido
los hongos, las amebas,
las algas mueren.
Quien tiene salud no tiene edad.
No conducían
Toyotas ni Volkswagens
los presocráticos.
(CUQUI COVALEDA)
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